Transitamos de la
difusión a la formación. De la formación a la organización en clave frentista.
Y del internismo funcional al gobierno liberal-conservador, a la unidad
multisectorial en torno a la amplia y fecunda discusión de un programa
renovado, doctrinariamente actualizado frente a las demandas socioculturales y
económicas del presente, y que tienda a lograr la mayor confluencia posible del
campo nacional popular, no sólo para una mera –aunque valiosa- resistencia al
régimen macrista, sino para exponer con claridad meridiana una propuesta
integral al pueblo argentino.
Arturo Jauretche
reclamaba con su profunda sabiduría que le diesen un punto de coincidencia, y
desde allí se construiría una patria. Desde este modesto espacio para la
divulgación del pensamiento nacional, consideramos de imprescindible necesidad
evitar y/o frenar los roces y pases de factura al interior del campo nacional.
Lejos de amenguar frente al feroz avance del bloque antinacional en un
siniestro entramado orientado a destrozar en mil pedazos el –acaso débil-
tejido social que se fue reconstruyendo pacientemente en los últimos años, la
interna básicamente entre la dicotomía “peronismo – kirchnerismo” no cesa y,
seguramente sin proponérselo, facilita la tarea de devastación nacional y
pulverización de los derechos de la clase trabajadora que irá profundizando la
camarilla de adoradores / defensores de la Patria Financiera, remozada según
las características del escenario global dominante.
Nueva oficina
A partir del 1° de
Enero, desde el Grupo de Pensamiento Nacional “General Manuel Savio”
ofreceremos un espacio ya no sólo virtual, sino físico para reuniones de
intercambio y fraternal discusión política. La producción de contenidos
resultante de dichos encuentros será difundida por este grupo y medios zonales
de Morón, distrito en el cual poseemos nuestro punto de encuentro.
Programa de unidad. Contra la pulseada entre
“caciques”.
Entendemos, y se trata
de un aspecto significativo de la cuestión, que para propiciar una sólida
conjunción del campo nacional no sólo se precisa de un programa integral
re-unificador, sino que además cesen las pujas por liderazgos de “caciques”,
tantas veces de dudosa representatividad real. Los liderazgos deben emerger
como producto del trabajo y la capacidad, y ya no de roscas “entre gallos y
medias noches” que por lo general, terminan actuando de espaldas al mandato de
las bases populares.
Consideramos, entonces,
que es el momento para una reconstrucción general del Campo Nacional Popular,
en todas sus variantes institucionales, sindicales, intelectuales, sin
mezquindades y con el doble objetivo común de combatir al régimen gobernante,
en simultáneo con la consolidación de una actualización superadora de la
construcción de masas que enmendó buena parte de las graves heridas sociales
dejadas por el neoliberalismo en el 2001.
En resumen: bregar
incansablemente para alcanzar una nueva síntesis, mal que le pese a unos pocos,
y para abrir las puertas al renovado entusiasmo de las grandes mayorías del
movimiento nacional.
Frente al atropello de
la entente macrista-mediático-judicial de la censura, la represión y las
eventuales extorsiones contra la militancia popular, debemos erigir bien alta
la voz del pueblo trabajador, movilizado en las calles. Y contribuir a la toma
de conciencia colectiva para que mucho más pronto que tarde, truene el
escarmiento en su justa y formidable dimensión.