Por: Daniel Chaves
El
referente y Tesorero de la seccional Morón del SEOCA nos abrió las puertas de uno de los
tantos edificios que el sindicato ha desarrollado en la citada localidad, para
mantener una prolongada conversación, en la cual brindó sus puntos de vista
sobre diversos ejes conceptuales.
Mate
de por medio, explicó que poseen un fuerte “trabajo en equipo… esto es
austeridad, pensar en los trabajadores que representamos y tratar de atenderlos
no sólo en el salario sino en las condiciones de trabajo y en la integralidad
que hace al trabajador incorporando a su familia. Hoy en sindicalismo dejó de
ser lo que era al principio, algo meramente reivindicativo para pelear por los
salarios en forma constante… hoy el sindicalismo es más: es educación, es
cultura, recreación, turismo, capacitación, y en esos campos hemos
incursionado. Tenemos institutos hasta del nivel terciario. También brindamos
asesoramiento e información en temas de los cuales mucho no se habla pero que
son tremendos, como es el caso de los accidentes laborales y las enfermedades
profesionales. El año pasado según datos oficiales hubo casi 500 mil accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales. Es una cifra alarmante. Y en eso
influyen las condiciones en las que se desempeñan los trabajadores en Argentina”.
En el área de
comercio, ¿Qué tanto se respeta desde la patronal, la afiliación de los
empleados al sindicato?
Lamentablemente
tenemos dificultad con los comercios chicos. Fundamentalmente por la gran
cantidad de empleo en negro que tienen. Disfrazan a los trabajadores de medio
jornal y los hacen trabajar todo el día. Sucede mucho en los centros
comerciales. Y los trabajadores de ambos sexos terminan aceptando esas
condiciones, obviamente desconociendo sus derechos sindicales. Esto se da
fundamentalmente en los comercios chicos. Los comercios grandes, contra lo que
se puede suponer, cumplen a rajatabla con la ley. Hasta tenemos delegados. Por otra parte estamos en una coyuntura donde
ya se están viendo los reflejos de algunos despidos, disfrazados de achicamiento
de personal. Estamos alertas, y en función de la crisis económica los que están
bastante complicados son los comercios chicos. Las grandes empresas comerciales
tienen otro ´plafón´ financiero para manejarse. En cambio a los pequeños
comerciantes les vinieron los aumentos compulsivos del gas, la luz, los
salarios también, cayeron las ventas. El Presidente (Macri) nos acaba de vetar
la ley anti-despidos. Lamentamos esta situación, nosotros y el conjunto del
Movimiento Obrero Organizado en el país. Estamos alertas y viendo qué medidas
tomar tras este veto de una ley que evitaba los despidos.
Y a propósito de la
coyuntura, ¿Cómo ves la posibilidad de aspirar a una reunificación del
movimiento obrero?
Es
lo que siempre buscamos. Las realidades son distintas en el ámbito nacional al
regional. Acá en zona oeste existe un diálogo y no estamos divididos. Pero a
nivel nacional pueden manejarse otros intereses. Es positiva en ese aspecto
esta coyuntura que obliga a la unidad del movimiento obrero, más allá de las
ideologías que podamos tener; el movimiento obrero debe defender a los
trabajadores y salir a cuidar las fuentes de trabajo. Seguimos planteando la
eliminación del Impuesto a las Ganancias. En nuestro rubro hay trabajadores que
ya pagan Ganancias, así que los aumentos salariales se nos van en el pago de
este impuesto. Los distintos gobiernos han buscado dividirnos a los
trabajadores, tengan la bandería política que tengan. Por eso los trabajadores
tenemos que agruparnos y defender lo que representamos.
¿Es utópico o es
viable pensar en la confección de un Programa en común, desde el movimiento
obrero, para darlo a conocer al conjunto del pueblo argentino?
Por
supuesto que es posible, no somos sectarios, tampoco somos enemigos de los
empresarios. Sólo que si unificamos criterios, no todo el beneficio debe ir
siempre para el mismo lado. Podemos lograr como en España, una especie de Pacto
de la Moncloa, que permitió sacar adelante al país. Los distintos sectores que
representamos a la sociedad buscando el bien común. Los integrantes del
movimiento obrero podemos comprometer nuestra participación en función del
crecimiento del país. Un pueblo feliz se logra con la igualdad de condiciones,
y eso se logra con la justicia social, como nos enseñaron Perón y Evita. No hay
otra forma.
¿Será que el
movimiento obrero en esta actualidad acuciante, es quien debe conducir al resto
de la sociedad en la búsqueda de un cambio con sentido de justicia social?
Es
una búsqueda permanente, deberá surgir del seno del pueblo el líder que nos
pueda conducir, no necesariamente del riñón del movimiento obrero, pero sí que
pueda conducir a toda la sociedad argentina. No es fácil la empresa, ya la
planteaba Saúl Ubaldini y no hace tanto también lo propuso Hugo Moyano. Como
trabajadores, y como peronistas, confiamos en los liderazgos que elegimos para
guiarnos al destino final, que es el del pueblo feliz y obviamente de la mano
de los trabajadores. Lo que pasa es que cuando llegan al gobierno, se olvidan.
Y ahí tenemos un problema. El gobierno anterior por ejemplo, bregó para
dividir, despreciar al movimiento obrero, atomizarlo, generar que un grupo
prevalezca sobre el otro. Se equivocan si creen que pueden llevar adelante al
peronismo sin la columna vertebral. Cualquier peronista que busque llegar al
poder necesita contar con el movimiento obrero, pero acá lo que está en juego
es que luego no nos descarten; luego tienen que seguir conduciendo junto al
movimiento obrero, no dejarlo de lado ni enfrentarse. Además, a la larga,
terminamos como vamos a terminar ahora: todos juntos de nuevo. Nosotros tenemos
el mandato de defender a los obreros, y aunque sea un gobierno de nuestra
ideología, las reivindicaciones se las vamos a plantear igual. También vale destacar que en los últimos años
nos quedamos sin políticas para la clase media. Se elevó la condición de vida
de muchos trabajadores, y luego se agotó el proyecto, por ejemplo, con el
conflicto por el impuesto a las ganancias. Probablemente habiéndose mejorado en
ese aspecto, se habrían ganado las elecciones en octubre.
¿Y es muy audaz
pensar que se pueda pasar de ser columna vertebral a cabeza conductora,
considerando la etapa de fraccionamiento y en cierta medida, debilitamiento del
justicialismo?
No
es descabellado, pero hay que lograr que emerja un líder con pleno consenso
dentro del movimiento obrero, y desde ahí salir a buscar el consenso con el
resto de la sociedad. Seguramente si surge un referente desde el movimiento
obrero tendrá la suficiente sensibilidad como para sacar al país adelante, de
eso no tengo dudas. No es sencilla la empresa, pero pensá que ya Brasil tuvo a
su Lula. Imposible no es. Y aunque no seamos gobierno, tenemos representantes
en gobernaciones, intendencias, legisladores de extracción obrera. Nuestro
secretario general (Julio Rubén Ledesma) es diputado provincial, fue diputado
nacional, senador provincial, y siempre representando a los trabajadores. Y
ahora se viene la etapa de la flexibilización, porque ojo que la gente votó un
cambio, y ahora se están dando cuenta de que votaron liberalismo.
Y desde la trinchera
de los trabajadores, ¿Qué expectativa tienen para el próximo semestre?
Si,
ahora ya hablan del tercer semestre. Son un cúmulo de expresiones hacia
adelante pero en lo concreto, nada. Lo concreto es la inflación alta, la
devaluación, que los salarios no alcanzan, lo concreto son los despidos, lo
concreto es que el Estado Nacional se desfinanció por no querer retener a los
más poderosos, no nos sacan el impuesto al salario, y todo hace a un cúmulo en
contra de los trabajadores, lo cual nos hace prever que no vamos a tener un
segundo semestre como lo plantea el gobierno. Estamos en estado de alerta, de
conversación, de movilización permanente y evaluando medidas de protesta y de
hacer oír nuestras voces.
Por último, con
respecto a la paritaria del sector, ¿La piensan reabrir en el segundo semestre?
Sí, nosotros cerramos el semestre. No pautamos el
año porque nos pareció que no había ningún parámetro que nos permitiera medir
una devaluación o una inflación que nos va a marcar el segundo semestre. Pero
ya se estima que la inflación va a estar por encima del 40 por ciento. Logramos
un consenso con el sector empresario y en el segundo semestre volveremos a
negociar de acuerdo a estos parámetros.
Fe de Erratas: En un principio se tituló la nota adjudicándole el rol de Secretario General a Víctor Pintos, cuando su cargo es Tesorero. La Secretaría General corresponde a Julio Rubén Ledesma.
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