Jorge
Orosco compilador
A principios de 1856 –en momentos de fuerte tensión entre la provincia de buenos Aires, segregada del resto del país y6 la Confederación, presidida por Urquiza- un grupo de federales, que se hallaban exilados en Montevideo, intenta recuperar a la provincia rebelde. Entre ellos están el general Jerónimo Costa, héroe de la defensa de la isla Martín García ante la invasión francesa, junto con los coroneles León Benítez, Ramón bustos, Juan Francisco Olmos y otros jefes. Logrado el apoyo de algunos soldados, estos oficiales lograron constituir una fuerza de ciento cincuenta hombres que desembarcó en Zárate el 28 de enero de 1856. “Ese mismo día, el gobierno de Buenos Aires” dictó una disposición por la cual se establecía que “todos los individuos titulados jefes que hagan parte de los grupos anarquistas, capitaneados por el cabecilla Costa y fuesen capturados en armas serán pasados por la armas inmediatamente”. Esta orden fue firmada por el gobernador Pastor Obligado y sus ministros Valentín Alsina, Bartolomé Mitre y Norberto de la Riestra.
Las fuerzas leales al gobierno de la
provincia lograron derrotar a los insurrectos, “los grupos fueron perseguidos y
alcanzados. Quienes los componían, muertos. De los ciento cuarenta, sólo quince
escaparon con vida. Así, el decreto de muerte contra los jefes se hizo
extensivo a los oficiales y tropa”. “El 31 de enero, regresó el coronel Mitre,
ministro de la guerra: se le recibió con ovaciones… El gobernador Obligado,
dijo a los manifestantes: -Dense vivas al coronel Mitre, a quien se le deben
estos sucesos, que tanto ha trabajado y tanto ha sufrido preparándolos”… El
diario “El Nacional”, redactado por Sarmiento, afirmó: “Han muerto o han sido
fusilados, en el acto de ser aprehendidos, Bustos, Costa, Olmos (si no lo está,
lo estará, voto al chápiro). Trofeos, la espada de Costa, ruin y mohosa. El
carnaval ha principiado… Se acabó la mazorca”. El periódico La Tribuna dijo:
“El verdadero triunfo de la causa del pueblo no ha sido Caseros, sino Laguna de
Cardoso, en donde fue destruido Flores y Villamayor, en donde sucumbieron ayer
Costa y Bustos… Pérez y García, por quienes se interesaron los vecino de Luján,
estaban ejecutados cuando llegó la orden de indulto”. Se obsequió con un álbum
al coronel Mitre, como héroe de la jornada y se dio un banquete en el club del
progreso al mismo coronel y jefes y oficiales que lo habían acompañado”.
N. GALASSO, Los Malditos, Tomo III, página 468 – Ed. Madres de Plaza de Mayo
N. GALASSO, Los Malditos, Tomo III, página 468 – Ed. Madres de Plaza de Mayo
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