Rodolfo Carrizo
En la última quincena del mes de Diciembre en zonas de Haedo, más algunas
otras del Distrito de Morón, veníamos padeciendo cortes de energía eléctrica
casi a diario. Algo a lo que históricamente no estábamos acostumbrados.
Las primeras veces eran de pocos minutos, dos
o tres veces al día. Si bien no incomodaban en demasía, siempre estaba el
riesgo de que al regresar la energía hubiese un exceso de tensión que pusiera
en riesgo los electrodomésticos.
Con el transcurrir de los días el período de
corte se iba extendiendo, hasta llegar a los días previos a Navidad. Alrededor
de las ocho de la mañana se interrumpió el servicio y retornó cerca de las
catorce. Reclamos a Edenor, idas y vueltas, y el problema empezaba a preocupar.
Tas charlas entre vecinos, se consigue
organizar una reunión en la Sociedad de Fomento y Cultura de Villa Rivadavia
con el Defensor del Pueblo de Morón, Jorge Manoni. El encuentro se pudo
realizar en la tarde del lunes 29, pese a la negativa inicial de la
institución. Recién cuando los organizadores del encuentro amenazaron con
realizar la reunión en la puerta de la entidad fomentista, se les permitió
utilizar el salón de la institución.
Luego de las charlas y reclamos se consensuó el
desarrollo de una estrategia. Ante un nuevo corte, los vecinos deberían
comunicarse con Defensa Civil del Municipio. Además del pertinente reclamo
individual a la empresa Edenor, se recomendó que los reclamos fuesen hechos en
la mayor cantidad posible hacia Defensa Civil, y que ésta los iría trasladando
a la prestadora del servicio. De ese modo se podría ejercer una mayor presión
para que se solucionara el problema.
Lo que no se sabía al terminar la reunión era
que rápidamente se iba a tener que poner en práctica la estrategia. De lo que
no se tenía noción era que si alguno de los eslabones de la cadena no estaba en
sintonía, la maniobra se derrumbaría.
Aproximadamente a las 20 hs. de ese mismo
lunes se produce otro corte. Ante el llamado individual, Edenor respondía que
no estaba al tanto de la interrupción del servicio, pero que se abocaría a
solucionar el mismo. Al contactar a
Defensa Civil, la respuesta era “sí, ya llamó el vecino de tal dirección, y el
número de reclamo es el 168230”. De este
modo el llamado masivo hacia la empresa de electricidad se transformó en esa
única comunicación entre ellos y Edenor.
El caluroso transcurso de las horas solo se
alivió en parte con un amago de tormenta que por algunos instantes brindó una
suave brisa que facilitaría en parte el descanso. A todo esto, quienes requerían saber que
estaba ocurriendo, y cuando finalizaría la dificultad se comunicaban con Edenor pero solo
escuchaban un disco que no aportaba idea alguna.
El cálido amanecer llegó sin novedad alguna.
Si se lograba ser atendido por algún operador de Edenor la respuesta era muy
vaga. En el ENRE solo se lograba contactar un disco que mucho no aportaba.
Hasta que a media mañana logré recordar el número de teléfono del Ministerio de
Planificación Federal y recién allí pude ser atendido como persona. Se me
requirieron los datos de reclamos, se comprometieron a intervenir ante la
empresa y, si en el transcurso de tres horas, el problema no estaba
solucionado, que por favor volviese a contactarlos.
Alrededor de las 13 hs. arriban empleados de
Edenor a casa, pensando que el problema se centraba en mi domicilio. La empresa
los había enviado sin tener, al parecer, idea de la magnitud del corte. Se
comprometieron a regresar, cosa que no fue necesaria, ya que minutos después
retornó el suministro de electricidad.
Las dudas que mantengo se reflejan en la
problemática de buscar la solución a un problema. Existen una empresa, una
jurisdicción municipal y una provincial.
¿Es necesario, entonces, tener que
recurrir a un Ministerio de la Nación para poder obtener
una respuesta digna?
¡Ah, me olvidaba! Como no me volví a
comunicar, me contactaron de Planificación Federal para saber si se había
solucionado el problema…
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