Los Malditos – Volumen I, (p. 125),
coordinador Norberto Galasso - Ediciones Madres de Plaza de Mayo
Nace en Buenos Aires, en el barrio de
Flores, el 14 de Abril de 1940. Su padre es un inmigrante italiano que ha
llegado a la Argentina en 1925.
Desde 1958 se desempeña como obrero
metalúrgico en la fábrica TEA S.R.L. Por su espíritu solidario y su
responsabilidad, en 1962, es elegido delegado por sus compañeros. Pero su mayor
dedicación reside en la política: “Integra la mesa de la Juventud Peronista y
es un activo militante”. Está casado y es padre de una criatura de dos años:
Eduardo Felipe.
En un confuso episodio –el 7 de julio de
1962- mueren dos policías en un tiroteo con desconocidos, pero le imputan la
responsabilidad a Alberto “Pocho” Rearte, amigo y compañero de militancia de
Vallese. A partir de ese momento, la policía está decidida a “vengar” a su
agente y buscan a Rearte e inclusive a Vallese, por conocerse su militancia en
común.
Persiguiendo ese objetivo, realizan un
operativo, el 23 de agosto de 1962, por la noche. Felipe sale de su domicilio
–Morelos 628- y al poco trecho, es atacado por varios policías. Se resiste y da
una dura pelea, abrazándose a un árbol, frente al número 1776 de la calle
Canalejas, pero finalmente lo reducen y lo secuestran. La misma policía procede
luego a la detención de cinco personas, familiares y amigos suyos.
En los días siguientes, se reclama la
libertad de los detenidos, a través de un habeas corpus y diversas gestiones
realizadas desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). A la semana, se informa que
varias personas habían sido detenidas “en la localidad de José Ingenieros, por
difundir propaganda peronista” y que ahora son puestas en libertad, pero no así
el joven Vallese, respecto al cual la policía niega que haya sido detenido y
afirma que desconoce su paradero.
Con posterioridad, logra reconstruirse
parcialmente lo sucedido estimándose que después del secuestro fue llevado a la
Comisaría 1ra de la localidad de San
Martín y luego a la seccional de Villa Lynch, donde es torturado hasta que
pierde la vida.
La información de su presencia en esas
comisarías proviene de testimonios de otros presos con los cuales logra
comunicarse, pero luego ya no se obtiene ninguna noticia sobre su destino.
Nunca más se conocerán noticias sobre él. Es el primer detenido-desaparecido.
El mayor silencio cae sobre lo ocurrido, inclusive de gran parte de la
burocracia gremial conciliadora a la cual no le interesa rescatar a un
militante de los sectores juveniles del peronismo.
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