Por: Dr. Juan Canella
Docente despedido sin
motivo
de la carrera de medicina
UNLaM
No es fácil iniciar
esta columna, ya que el tema Salud es muy abarcativo y está relacionado con
diversos temas y por sobre todo, con los diversos determinantes sociales, en
los que cada uno de nosotros, estamos involucrados.
Me parece, que
un contenido, no menor y de gran actualidad, es la formación de los
profesionales de la salud, médicos en este caso, al que nos vamos a referir.
Desde el año
1910, el modelo que se adoptó para la formación de médicos, surge de una
asociación filantrópica de la Standard Oil, la Fundación Rockefeller, quien encarga a un maestro, un informe de
cómo estudiar medicina. El conocido Informe Flexner, aconsejaba dos años de
ciencias biológicas y dos años de prácticas hospitalarias. Cien años después,
muchas facultades, continúan con una estructura semejante.
En el año 2011 se formó una carrera de
medicina, en la Universidad de la Matanza, con ciertas características.
Mencionar y describir cada una de ellas, transformaría este artículo, en un
libro, por tal motivo, comentaré solo algunos rasgos que hacen a la diferencia.
Se plasmó una
carrera innovadora, con una currícula integrada y centrada en el estudiante que
partía de concretar un derecho, poco divulgado, como es el derecho a la Salud.
Nadie mejor
que un médico formado en esa apreciación, para discernir entre un derecho para
todos o un negocio solo para algunos.
Cuando me
refiero a negocios, es necesario aclarar algunas de las cosas que ocurren, las
que por estar naturalizadas, se invisibilizan y como tantas otras, pasan
inadvertidas, como por ejemplo: Privatización creciente en los servicios de
salud; idolatría de la medicina individualizada y la alta tecnología, como
panacea de la salud; Asociación de aseguradoras privadas con el poder político
y económico (CUS); poco respeto de la ética en investigaciones;
biomedicalización de la salud, entre otras…
Para lograr
que un estudiante logre tal percepción, entre el negocio y el derecho, se logra
una currícula con un fuerte compromiso social, con consistentes valores éticos
y disposición de servicio para desplegar sus saberes con una visión integral de
la salud.
El diseño,
registra cuatro escenarios, dos teóricos y otro par de prácticos. Dentro de los
prácticos, esta el denominado “Campo”, donde los estudiantes tienen
experiencias pre-profesionales precoces. Los escenarios reales en donde el
proceso salud enfermedad ocurre es en el mismo ámbito en donde las personas
viven, trabajan, estudian o pasan su tiempo libre. Las enfermedades no pueden
ser comprendidas como entes abstractos y descontextualizados como suele ocurrir
cuando se las analiza en los ámbitos hospitalarios.
En función de
estos conceptos, es que los estudiantes concurrieron a diversos Centros de
Salud, desde primer año, sin saber medicina, pero para observar necesidades de
la población, respuestas de los centros, desarrollo de las diversas actividades,
la relación médico paciente y luego realizaban los denominados “prácticos
reflexivos”. Toda actividad que se
observa, si no es debidamente reflexionada, se corre el riesgo de repetirla,
tal cual se la observó.
Estas actividades, se realizaban en distintos
centros de La Matanza, pero también en varios del Municipio de Morón, como por
ejemplo, Ibañez; Monte; Malvinas Argentinas; Mercedes Sosa; Santa Laura;
Spríngolo; Gelpi, es decir, en siete de
los trece CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud) que hasta 2015 tenía
Morón. El compromiso y la sensación de pertenencia a los diversos centros
lograría que en un porcentaje razonable, los médicos formados, dieran respuesta
a las diversas necesidades de la población en la Atención Primaria.
Otra
característica de la currícula innovada es que se consideró que no puede
basarse en un sistema de clases magistrales con alumnos que memorizan
pasivamente, manuales y verifican su aprendizaje recitando respuestas
preestablecidas.
Para ello se cuenta con un escenario teórico, que es el de Aprendizaje
Basado en problemas (ABP) con objetivos
tales como la mejora de las capacidades comunicacionales y de
argumentación, trabajo en equipo donde se adquiere disciplina y se ejerce
cierta motivación para el autoestudio. Esta competencia, genera la
capacidad de aprender y actualizarse durante toda su vida profesional.
Se podría continuar con la descripción del modelo, pero se extendería
demasiado. Lo que si quiero rescatar, es que luego de la carrera innovada de La
Matanza, se abrieron no menos de tres nuevas facultades de medicina, una en Universidad
Arturo Jauretche, en Florencio Varela, otra en Mar de Plata y otra en la provincia
del Chaco, donde se optó, en todas ellas, por este nuevo método de enseñanza.
Todo transcurría, como había sido planificado por quien fue nombrado
Decano Organizador, el Dr. Mario Rovere, prestigioso sanitarista con reconocimiento
a nivel internacional.
A los cuatro años del inicio, el rector de la UNLaM, el Dr. Daniel
Eduardo Martinez, decide, destituir al decano
y nombrar al Dr. Alberto Chiapella. Recomiendo, para profundizar la
información, un habitual ejercicio, que es el de googlear, los nombres de ambos
profesionales y darnos cuenta que el “Camino hacia el prestigio”, eslogan de la
UNLaM, ha tenido algún escollo…
En diciembre de 2015, jubilan, a la fuerza, a varios profesionales,
sabiendo que la edad de jubilación en las Universidades suele extenderse ya que
los saberes de ciertas personas, están en pleno desarrollo. Una de las
personas, llamadas a jubilarse, fue el Dr. Victor Penchaszadeh, quien estaba organizando
la Unidad de Aprendizaje de Bioética y Derechos Humanos, ya que él es el
referente de la UNESCO en Bioética, en el país, aparte de ser quien con su
equipo, descubrió en la Universidad de Columbia, el índice de abuelidad, que a
tantas personas le devolvió la verdadera identidad, no solo acá en Argentina,
junto al trabajo de Abuelas, sino en El Salvador, por ejemplo, donde fue
condecorado. En nuestro país estuvo a cargo de la creación
del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y fue nombrado Personalidad
Destacada de la Ciencia por la Legislatura porteña.
Docentes de esta talla, junto a Ricardo Gené, Graciela Uriburo, Diana
Brykman, entre otros dejaron de ofrecer solidariamente sus conocimientos a los
estudiantes.
Estas y otras situaciones donde
docentes fueron maltratados, motivaron a formar el
Sindicato de Investigadores y Docentes de la Universidad Nacional de La Matanza
(Sidunlam)
Si bien, se
contaba con un Sindicato de docentes, este forma parte de la rígida estructura
que forma la coraza de protección que hace que Daniel Martínez, ejerza un poder
hegemónico. Asumió como rector el 29 de noviembre de 1999, luego, en 2005, fue
elegido para un segundo mandato, que finalizó en 2011 y por tercera vez fue
reelecto hasta 2017. Es de destacar, que por ejemplo, para la destitución del Dr.
Mario Rovere, el claustro docente, no estaba integrado por ningún docente del
Departamento de Salud, el claustro estudiantil, tiene un centro de estudiantes
que siempre gana una agrupación “Liga Federal”, cuya presidenta fue convocada
por los estudiantes de medicina, con el fin que informara sobre quien era el
nuevo decano que ella había levantado su mano para la elección. Dijo,
desconocer quien era el Dr. Chiapella y lo había elegido a pedido del rector.
Una vez
constituido el nuevo sindicato, en una reunión, el Secretario académico Gustavo
Duek, emitió una clara amenaza hacia los docentes: “Yo no quiero que transmitan
una amenaza velada, lo que quiero decir es; si hubiera gente que tiene aun con
esta transmisión la intención de hacer política gremial, y esto si lo pueden transmitir,
Gustavo Duek se va a encargar de que no estén más en la Universidad. Porque ya
que Rovere no se hizo cargo, ustedes no se pueden hacer cargo, Gustavo Duek si
se va a hacer cargo”.
Amenaza que
se llevó a cabo en Diciembre de 2016, 20 docentes, recibieron un correo, sin
firma del Departamento de Salud, donde se les informaba que sus contratos, no
serían renovados. Un nuevo ataque directo e imperdonable hacia los derechos de
los docentes, sin respetar el Convenio Colectivo de Trabajo que la Universidad
firmó. Un modelo de contrato basado en la precarización laboral.
Catorce de
los docentes despedidos, forman parte de la comisión directiva de SIDUNLAM y el
resto, compartían junto a estos catorces compañeros, un profundo compromiso por
esta forma innovada de formar profesionales de la salud.
Estos despidos, junto a medidas adoptadas durante
el pasado año, afectan directamente a la calidad educativa del proyecto, en
tanto muchos de estos docentes tenían horas destinadas a coordinar o integrar
las diversas Unidades de Aprendizaje, a coordinar Escenarios de Aprendizajes, a
la formación permanente, al curso de ingreso, a la investigación, a la
extensión, a la articulación con diversos organismos, a la producción y diseño
de material educativo gráfico y audiovisual de las carreras, a la generación de
ofertas educativas de postgrado, además de las tradicionales tareas docentes.
Doble es la
aflicción de docentes y estudiantes, al ver el deterioro en la calidad del
proyecto y la impotencia, en muchos de ellos por el miedo que genera la
autoritaria estructura de la Universidad Nacional de La Matanza.
Es
necesaria la difusión de esta realidad. Una Universidad Pública, no puede ser
manejada por un “Patrón de Estancia”. Es
momento de dejar de lado prácticas autoritarias, que nada tienen que ver con una
escuela de formación de valores, ni con la realidad social de nuestro país, al
menos desde hace 34 años…