Gentileza
Martín Scalabrini Ortiz
El Estimador Mensual Industrial publicado
por el INDEC, registró una caída del 6,4% en el mes de Junio frente a igual mes
del año anterior. Además, en los primeros 6 meses del año la caída fue del 3,3%
respecto del mismo período del 2015.
La política económica que busca
indudablemente la restricción del consumo sigue generando resultados adversos.
Al menos adversos para la mayoría de nosotros. No tanto para otros. Tal como
expresó el presidente de la Sociedad Rural Luis Miguel Etchevehere el día de hoy en la inauguración de la
conocida muestra, al recibir al presidente Mauricio Macri: "Y pensar que
algunos decían que esto no iba a ser posible. Acá estamos. Y lo mejor está por
venir. Bienvenido señor Presidente de la Nación". El público presente respaldó
lo dicho al grito eufórico de "Sí, se puede".
Uno de los objetivos buscados es la
disminución de la inflación. El medio buscado es bajar la actividad. Nada
original. Cuanto menos actividad, menos trabajo, menos gente que consume, bajan
los precios relativos. Un poco drástico, pero supuestamente efectivo. Y eso
está por verse. Como me dijo una vez un amigo de la adolescencia, recibido en
Económicas, que por ahí esté leyendo y se acuerde: "En el cementerio la
inflación es cero".
Mientras tanto, para generar confianza y
esperar que alguien invierta, aumentó la deuda en dólares en U$S 27.000
millones, entre préstamos de bancos internacionales, bonos nacionales y bonos
provinciales. Hasta ahora no dio mucho resultado. La "formación de activos
externos" en estos primeros seis meses fue de U$S 5.996 millones, un 96,8%
más que el año pasado. Y la remisión de utilidades y dividendos de las empresas
multinacionales llegó a U$S 1.466 millones, cuando el año pasado había sido de
U$S 113 millones con los controles. O sea, todo un flujo de riqueza hacia
afuera.
Esto no hace más que demostrar que es el
Estado el que tiene que invertir y hacer que el país se desarrolle. Un país
dependiente como el nuestro, no tiene otra alternativa. Lo otro conduce
indefectiblemente al papel de neocolonia. En esta situación algunos podrán
estar bien, comprando cosas afuera, viajando, etc, como lo demuestran las
primeras estadísticas: aumento de la importación de Bienes de Consumo en un
22,2% en el primer semestre de este año respecto del 2015 y aumento del 14,3%
de la compra de dólares para viajes y turismo, también en el primer semestre.
Bien por algunos, mal para el resto.
El Estado debe dirigir la economía, sobre
todo debe controlar los sectores estratégicos como la energía, el transporte,
la banca, el comercio exterior, para que todos y cada uno de nosotros tengamos
participación en nuestra propia riqueza y que el fruto de nuestro trabajo se
quede en nuestra tierra y no se la lleven afuera. Suena anacrónico. Pero no hay
otra. O más bien, la otra es lo que está pasando.
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