Por Luis Furio
Más allá del dislate y su abrumadora carga
de mal gusto, la pieza oratoria del verborrágico e inexperto cultor de la
palabra ante la Sociedad Rural Argentina, nos permite tras un somero análisis
dilucidar el objetivo final de tan memorable
disertación: Decretar sin atenuantes el regreso triunfal al pasado de la
“Argentina Pastoril”.
Para lograrlo, este eximio cultor de la
oratoria diletante, prohombre de la vieja y nueva oligarquía ganadera se ofrece
reverente como el mesiánico líder de un hipotético conservadurismo-macrista.
Con su ya clásica insolencia cargada de agravios -extraños al ejercicio de la
inteligencia-, hizo del sofisma su texto sagrado. Munido de tamaña arma
filosófica arremetió de forma irreverente contra la historia reciente,
plagándola de inexactitudes y groseros olvidos. La euforia de una exquisita oligarquía
terrateniente dominaba el espacio con su carga emotiva. Sus líderes, que a
pesar del tiempo no han olvidado ni aprendido nada, con ideas que son calco de
su pasado daban su fervoroso apoyo al
“plebeyo” orador.
El final del cuento ya todos lo conocemos:
“Una nueva Argentina Pastoril y granaria,
con gran concentración de tierras en pocas manos, una eficiente estructura de
servicios para las minorías privilegiadas, con grandes mayorías en estado de
indefensión y marginados de todo lo inherente al Poder”.
Ante este esquema, las grandes mayorías
nacionales, los trabajadores, las clases medias urbanas y rurales, no han dicho la última palabra. La historia
con su escasa cortesía les está indicando que la fiesta está próxima a su
fin.
mE GUSTA LO QUE ESCRIBIO LUIS. uNA FINA IRONIA E INTELIGENTE. LA OLIGARQUIA GANADERA NO ENTIENDE POR ANTEOJERA INTELECTUAL ME PARECE MAS QUE INTERES DE CLASE QUE HAY QUE SEGUIR APOSTANDO A UN DESARROLLO INDUSTRIAL. EL MUNDO ESTA EN CONFLICTO LAS MATERIAS PRIMAS EN BAJA Y TODOS COMPITEN.
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