La fiscal Viviana Fein confirmó el pasado
jueves 21 de Mayo, a través de un comunicado que recibió el documento de la junta médica sobre la muerte
de Alberto Nisman y remarcó que los peritos querellantes designados por la
jueza Sandra Arroyo Salgado entregaron "en sobre cerrado su propio informe
a la Fiscalía".
A su debido tiempo explicó que "del
texto, se desprende que todos los interrogantes planteados por el Ministerio
Público Fiscal no fueron respondidos por los peritos de la querella en el marco
de la junta médica". Añadió que tampoco "acercaron al decanato su
informe previo al documento final para ser suscripto por todos los
integrantes" y remarcó que "su postura debía quedar asentada en cada
uno de los puntos".
La
“operación Nisman” y un resultado que no era el esperado por los grandes
monopolios informativos. Jorge Rachid nos aporta un análisis sintético y
rotundo desde la medicina, a propósito de lo trabajado por los médicos
forenses.
UN PAPELÓN MÉDICO LEGAL
La
medicina en una de sus ramas, la Medicina Legal, que es una especialidad, tiene
entre sus elementos centrales, reconstruir escenarios, bajo la frase, "los
cuerpos hablan", que son elementos científicos, que pueden ser
corroborados y confrontados, pero nunca ignorados.
En el
caso del fiscal Nisman, 13 médicos forenses, entre ellos el Presidente del
Cuerpo Médico Forense Dr. Godoy y el prestigioso académico Dr. Mariano Castex,
han determinado elementos en la escena de la muerte, que descartan participación de
terceras personas, tatuaje del disparo, trayectoria del proyectil, análisis de
la sangre encontrada, rigideces espasmódicas y otros elementos que permiten
acercar la hipótesis de suicidio.
Los
peritos de la querella, no quisieron debatir en plenario, se negaron a
discutir, llevaban libreto propio, lo entregaron por escrito sin mostrarlo a sus
colegas, no tuvieron diálogo ni intercambio de opiniones, lo cual constituye un
hecho al menos inédito de los procedimientos médicos forenses, que se hacen en
un colectivo de discusiones y conclusiones. Una vergüenza sin dudas, que
quedará en los anales de la historia de la medicina médico forense.
La
pericia aunque sea de parte, no puede apartarse de los elementos médicos
científicos que abonan el escenario, es un dislate ya que desacredita a los
profesionales actuantes, quienes son convocados por una de las partes, pero no
son empleados a libreto de "esa parte", no son mandados a decir,
tienen que evaluar y peritar, sin guiones pre-hechos y menos aún negarse a la
discusión con los colegas. En términos profesionales quien no discute "es
porque no sabe".
Deberá
como corresponde, dictaminar la Justicia de la cual los médicos somos
auxiliares, pero el manto de dudas, de sospechas, dejar abiertas hipótesis que
están cerradas, les permiten a los autores una táctica judicial, habitual en
los pasillos tribunalicios, pero que trasladada a la medicina degrada el
ejercicio de la profesión.
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