Se presentó el nuevo libro de Eugenio
Zaffaroni ante nutrida concurrencia
Dicha
actividad, moderada por el militante y referente local Lautaro Valenzuela,
contó con la presencia de dirigentes políticos, personalidades de la docencia
universitaria, estudiantes de Derecho y decenas de militantes de diversas
agrupaciones del campo nacional y popular. Se incorporó, otorgándole más brillo
a la actividad, el fiscal Jean Garcés, quien elogió a nuestro país en cuanto al
trabajo que continúa librando vinculado a políticas de Derechos Humanos, y en
la investigación y enjuiciamiento de los responsables de los crímenes de lesa
humanidad durante la última dictadura cívico militar. Afirmó que en estos
aspectos, Argentina aventaja a Chile y a España, países en los cuales prosigue
una fuerte reticencia a investigar los horrores de sus dictaduras de corte
fascistas.
Expone Zaffaroni
El
ahora Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Zaffaroni,
describió los elevados índices de muertes violentas que aquejan a América
Latina, con puntos elevados en México y algunas ciudades de Guatemala, y aclaró
que Argentina, Uruguay y Chile aún ostentan, en promedio, los índices menos
elevados de toda la región. “No es por azar… simplemente es porque
estamos afuera de la ruta de la cocaína, tenemos menos contradicciones
sociales, tenemos una sociedad quizás menos estratificada como la poseen países
hermanos, una favelización menor”.
Denunció
el encubrimiento sistemático que otorgan los grandes emporios multimediáticos
de México y Brasil (Televisa, O´Globo) sobre esta problemática, reduciendo la
cuestión a un eventual asunto de “esencia
salvaje” del nativo, lo cual connota un claro discurso racista y que desvía
la atención de la responsabilidad que posee en esto el constante “proceso colonizador con el cual somete el
imperialismo a estas naciones”.
Arguyó
que lo que ponen en juego los grupos del Poder real, es garantizar “sociedades 30-70, esto es, con un 30% de
incluidos y 70% de excluidos, a los cuales se tiene que controlar de una manera
perversa: haciendo que se maten entre los excluidos, y agudizando las
contradicciones entre los mismos. En la medida en que se matan entre ellos no
pueden dialogar; en la medida que no pueden dialogar no pueden coaligarse; y en
la medida que no puedan coaligarse no podrán tener una intervención política
positiva ni coherente. Y esa es la forma perversa de control que estamos
teniendo en América Latina” puntualizó.
Añadió
el fenómeno de los “suicidios conscientes
e inconscientes, una loca fabricación de vehículos de alta velocidad sin tener
las carreteras apropiadas para ellos, se mandan casi todas las cargas –ante la
falta de ferrocarriles- por carretera… ¡Nos vamos a matar todos!... sumémosle
la gran discriminación que impone el alto costo de la medicina, y todos esos
muertos antes de tiempo los vamos sumando en 10 años, nos hemos cargado en la
región de una ciudad de respetables dimensiones. Es decir, nos hemos hecho
nuestra bomba de Hiroshima sólo que con un poco de paciencia. Es un genocidio
por goteo… Y tiene relación directa con el primer derecho por el que peleamos,
que es el derecho al desarrollo y la independencia”.
Definió
a América Latina como “el resultado
sincrético de todas las marginaciones del colonialismo en el planeta. Todo lo
que despreciaron ellos se sincretiza entre nosotros”.
Finalizó
su exposición alertando sobre los conflictos y los genocidios que depara el
siglo XXI “me refiero a los efectos que
va a producir el sistema de poder irracional que pesa sobre nosotros a escala
mundial. Un 40% de la población –calculada generosamente- va consumiendo más de
lo que necesita, y un 60% no tiene lo más básico para sobrevivir, y vamos
agravando las condiciones de habitabilidad del planeta. La Tierra tiene mucho
tiempo por delante, tiene su propia historia; los que no tenemos tiempo somos
nosotros, que estamos caminando por arriba del planeta, de modo que éste puede ´estornudar´ en cualquier momento
y sacarnos cuando le molestemos demasiado. Y le estamos provocando el
estornudo, con un proyecto de recalentamiento, trágico, que los países
centrales se ocupan de ocultar, con aquello de que ´ya pasó en otras épocas´.
Los científicos de Naciones Unidas dicen que si pasamos 2 grados de recalentamiento
global las consecuencias son imprevisibles; hemos pasado ya 1 grado… y no
paramos de seguir quemando petróleo, quemando carbón, sacando gas en fracking,
y entre el carbón y el gas metano seguimos calentando este hornito en el cual
vivimos todos. Lo cual puede generar desplazamientos masivos de poblaciones…” al
tiempo que remató explicando que “este
problema está vinculado al sistema de producción que se aplica en todo el
planeta, al aumento de consumo, lo que constituye un sistema suicida. Y nos
estamos peleando por el mejor camarote del Titanic, mientras el Titanic se
encamina hacia el iceberg”, alertó y advirtió que el escenario trazado no
está tan lejano, en tanto recordó que frente al riesgo de una subida del nivel
de los mares, “la provincia de Buenos
Aires podría sufrir una catástrofe, por lo cual ya las Fuerzas Armadas deberían
ir ocupándose de organizar estas hipótesis de conflicto”.
Exhortó
a la audiencia a trabajar para forjar una sociedad y un mundo “menos irracional”, a los fines de evitar
el panorama anteriormente descripto.
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