En un gran marco, se lució el Cuadro.
Por
Daniel Chaves
El Centro
de Panaderos de Morón fue el escenario elegido para que unos 500 ciudadanos se
acercaran a escuchar las reflexiones del otrora secretario de Comercio,
Guillermo Moreno. La Agrupación Néstor Kirchner local fue la anfitriona en la
citada actividad. En representación de la misma, el referente político José
María Duhalde abrió la ronda de oradores, afirmando que “Nosotros ante todo
somos fervientemente peronistas”, entre tanto afirmó que se debe consolidar un
justicialismo de mirada “misericordiosa” y que mientras quede “una familia
excluida, desde el peronismo no se puede considerar que esté la tarea concluida”.
Posteriormente
llegó el turno de José Luis Casares, Secretario General CGT Zona Norte, quien
como primera medida reivindicó su procedencia obrera y desde tal perspectiva se
solidarizó con los trabajadores despedidos, y exigió la inmediata liberación de
Milagro Sala.
Afirmó
Casares que los trabajadores “ya estamos en la calle, para defendernos como lo
hicimos en la dictadura, y en los años 90”. Por otra parte, enfatizó que “los
trabajadores, como somos hijos de buenas madres, reconocemos el liderazgo de
Cristina Fernández de Kirchner”.
Luego
expuso conceptos el representante de la Confederación General Económica, quien
se manifestó “orgulloso de acompañar al hombre (en referencia a Guillermo
Moreno) que durante la Década Ganada cuidó al empleo y la mesa de los argentinos”.
Repasó la situación tanto empresarial como laboral que afrontaba el país al momento
de alcanzar Néstor Kirchner la presidencia de la Nación. “En esa Década Ganada
no sólo se reabrieron fábricas, sino que se crearon cientos de parques
industriales, el campo logró sus cosechas récord a pesar de las críticas que le
hicieron al gobierno popular” y recordó, en referencia a la eliminación de las
retenciones, que “cada vez que no hubo retenciones se fundieron los productores
agropecuarios en este país”. Reiteró que “trabajo y producción deben ir de la
mano” y se esperanzó al afirmar que “el peronismo vuelve pronto, y no va a
ceder nada de la Década Ganada”.
A su
turno, Guillermo Moreno comenzó recordando que “algunos de los nuestros,
votaron a los otros”, razón por la cual convocó a trabajar por la recuperación
de “los votos nuestros y los de (peronistas) que los votaron a ellos”. “Nuestro
trabajo será desde ahora el de conversar y convencer”.
Advirtió:
“Por primera vez el peronismo empieza a ser hostigado desde sus principios
básicos, que no es sino enseñarles a nuestros hijos qué está bien, y qué está
mal”. Añadió su consejo “a los que no peinan canas que lean la Doctrina, por lo
menos tres libros: La Comunidad Organizada, La Fuerza es el Derecho de las
Bestias, y La Razón de mi vida”, al tiempo que promovió el debate franco entre
militantes para enriquecer el análisis desde una perspectiva grupal.
Subrayó
que “la misión del peronista es luchar contra la pobreza”, y que “la duración
del peronismo es hasta que terminemos con el último pobre”. Mientras no se
logre esto, indicó, “en este país nos van a tener que seguir aguantando a los
peronistas”.
Con respecto
a la situación del peronismo en la actualidad en relación al bloque
político-económico gobernante, señaló que “por primera vez en 70 años, al
peronismo ahora le vienen por su manera de pensar” y refirió a las estrategias
del macrismo que utiliza conceptos peronistas para persuadir a los votantes. Citó
a modo de ejemplo la propuesta de Pobreza Cero “ (Mauricio Macri) fue mucho más
audaz en sus consignas que los nuestros”, marcando la posterior contradicción
que emerge “ya que la primera política de fondo que aplicó (Macri) es la de
aumentar los alimentos. Y sacarle la comida a las familias es la primera
demostración de la brutalidad de un modelo neoliberal”.
Describió
“la pobreza lastima al pueblo argentino, hasta tal punto que el actual
oficialismo, oligárquico, tuvo que venir a prometer pobreza cero para conseguir
la diferencia necesaria como para ganar la elección”.
En otro
orden de temas, sostuvo que es incompatible una “alternancia” entre un modelo
nacional y popular, y un modelo oligárquico, y alertó que “vienen para que
dejemos de pensar como pensamos” y que los sectores del poder económico
concentrado “buscan construir una sociedad pre-peronista. Vienen para lograr
que las madres les digan a sus hijos que los que no tienen plata para comprar
comida, y por lo tanto sus hijos no comen, es por culpa de ellos, y no culpa de
la oligarquía”. Denunció, en la misma línea, que el proyecto que encarna
Mauricio Macri “cierra si logran que la ciudadanía se desentienda del 25% de
pobres que están logrando, y para ello el pueblo tiene que dejar de ser justo,
es decir, justicialista”.
Con respecto
al accionar del sindicalismo, remató Moreno afirmando que “el peronismo es lo
que es por el Movimiento Obrero Organizado. Los sindicatos son nuestros
portaaviones, y los demás somos las lanchas rápidas; las lanchas rápidas son
las que evitan el desembarco de ellos sobre nosotros. Los portaaviones son para
desembarcar sobre ellos. Ya se van a poner en marcha, son difíciles de caminar,
pero cuando se pongan en marcha, no los para nadie”.
Reconoció
que el modelo implementado desde 2003 no podrá ser aplicado en idénticos
términos de aquí en más, ya que actualmente “vivimos en un mundo en guerra. Entonces
el nuevo modelo nacional y popular tiene instrumentos distintos”.
Finalmente,
en referencia a los “requisitos” para elegir futuro presidente del Partido
Justicialista, lo resumió con elocuencia: “que el año que viene no quiera
acompañar a (Mauricio) Macri a Davos”.
Culminó
su exposición anticipando que desde una política frentista, se podrá “delegar
en función de su voluntad, en ella (en referencia a Cristina Fernández de
Kirchner) la conducción del Frente para la Victoria”.