[Sobre
Internet] Paradójicamente algo que nació al servicio de la muerte,
como
un invento del Pentágono para coordinar en escala planetaria
sus
planes de agresión contra otros países, se convirtió en un instrumento de
vida.
La
gente transformó en su fin original y gracias a eso puede encontrarse,
reunirse
en torno a objetivos comunes
y puede auto convocarse para rechazar las
injusticias.
Para
protestar. Son esas paradojas que te ayudan a vivir
y
te demuestran que no hay nada definitivo.
Hay
muchas cosas que nacen en un sentido y terminan viviendo en otro.
Eduardo Galeano
Por
Rocío Rivera
Profesora
y estudiante de Artes
Al cine lo han dado por muerto en varias
oportunidades. En primera instancia y a comienzos de la vida del denominado
séptimo arte, la incorporación del sonido en 1927 repercutió en los acérrimos
defensores del cine silente (Charles Chaplin, entre ellos) como el comienzo del
fin de la incipiente industria. Posteriormente la llegada de la televisión en
las décadas de 1950 y 1960 también supo ponerse a la carga la lápida del cine.
Más recientemente, primero en los 80’s con la llegada de los videos cassettes y
luego en los 90’s y 2000 con los canales de internet como youtube o más cercano
en el tiempo el fenómeno netflix, se postulaba la quita de la hegemonía de la
distribución y exhibición de la industria cinematográfica, por algo más cercano
como supuso el videoclub o la pantalla de la computadora propia.
A pesar de estas amenazas, el cine siempre
supo reinventarse y seguir vigente como industria potente económica y
culturalmente a nivel global. Dentro de esta lógica de competencia por el
mercado de los espectadores, vale ponderar y saber rescatar lo democrático de
la circulación del material fílmico y/o audiovisual a través de la red, ya que
permite un acceso rápido, fácil y de –aún- mayor alcance que otros medios. No
por esto se está expresando un favoritismo por la piratería, lejos de eso, vale
rescatar la decisión política e ideológica de ciertos cineastas y realizadores
de hacer accesible de manera autorizada su material a través de la red, lo que
posibilita también el poder darse a conocer figuras nuevas en el ámbito, ya que
internet permite una apertura a la creatividad y la experimentación que otros
soportes más tradicionales no admitirían (es verdad, también, que el control
virtual de lo que se expone, es realmente difícil). Se hacen eco aquí los
postulados de Walter Benjamín (teórico marxista alemán), cuando veía en las
artes de reproducción mecánica, no un achatamiento artístico ideológico, sino
un arma cultural de llegada masiva, alejando al arte de las elites y
acercándola a las masas populares.
En este artículo se quisiera rescatar el
gran trabajo realizado por el canal virtual de la Universidad Nacional de Tres
de Febrero, que de reciente fundación (en el año 1995) se ha consolidado como
un gran referente académico, sobretodo en el área de las Artes. Su canal UN3
(disponible en su página web y a través de youtube) contiene una programación
exquisita en propuestas variadas, con personajes importantes de la cultura local,
conteniendo programas de entrevistas (¿Por
qué acá? Sobre experiencias de extranjeros en Buenos Aires, La otra verdad conducido por Gastón
Pauls, Momento con Liniers, un late
night conducido por el dibujante Liniers, Dimensiones
conducido por Gonzalo Bonadeo, entre otros), programas de ficción (como Un año sin nosotros protagonizado por Paula
Carruega y Alejandro Jovic, Tiempo Libre,
dirigido y protagonizado por Martín Piroyansky), programas de humor (como
Mundillo, protagonizado por Malena Pichot), exitenciales (como Neuróticos o Dilemas existenciales), de
comics (como Tutelandia), de
recomendaciones (como Pick Up For Fork),
de viajes (como Recorridos), entre
muchos más. Se destaca la innovación en las formas de tomar tópicos ya vistos
hasta el hartazgo, así como también es interesante la lógica de visionado que
proponen, ya que la mayoría de los programas no duran más de 30 minutos (muchos
duran 5 u 8 minutos) lo que reproduciría las lógicas de visión rápida que
propone internet. Al mismo tiempo que permite repensar las diferentes formas de
atención que poseemos, ya que cuando navegamos en internet, rara vez nos
concentramos en una sola cosa, sino que, por lo contrario, abrimos varias
pestañas, realizamos búsquedas en simultáneo, etcétera, la típica atención
múltiple que los nuevos medios y dispositivos han sabido construir e
introyectarnos.
Presentación de la ficción
Un año sin nosotros
Piroyansky en un fotograma de Tiempo
Libre
Realmente es necesario que canales así
existan, para darle voz y fuerza a las nuevas generaciones y a aquellos que
quizá no han conseguido instalarse cómodamente en los medios tradiciones de
difusión audiovisual. Aplaudo de pie el talento, la calidad y la variedad que
este canal (entre muchos otros) ofrece, dando una muestra fiel de la calidad académica
de las universidades nacionales públicas y del talento artístico argentino que
en ellas habita.
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