por Ezequiel Beer - Analista Politico.
El intempestivo ataque judicial por parte del Fiscal Nisman sobre la investidura presidencial con vicio de considerar a la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner como parte de una organización terrorista internacional nos da una clara señal de con que armas y argumentos se violenta la paz institucional argentina.
Eco del ataque y aun mas afinándolo para los oídos más comunes de la ciudadanía argentina los llamados” periodistas “ gatillaron sobre sus micrófonos haciéndose eco de tales acusaciones en su mayoría falaces como lo demostró tanto el ex canciller Jorge Taiana como el actual Hector Timerman.
Desconociéndose la raíz de los hechos luctuosos del atentado a la sede de la AMIA y volcándose parcialmente sobre un país islámico como culpable llama la atención ante esta coyuntura el silencio de Memoria Activa y sus integrantes que habían apoyado la suscripción del memorándum con Iran.
Es más los cambios en la sede de inteligencia de estos últimos meses purgando agentes de la data del proceso y el menemismo que seguramente habran sido espectadores netos del ataque pero la triada Anzorregui-Corach-Beraja desviaron la atención hacia otras hipótesis de causalidad.
Confiamos en una ciudadanía atenta a estos sucesos que no son nuevos pero que muelen sobre el mismo objetivo: Desestabilizar el Gobierno electo constitucionalmente por el pueblo argentino.
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