jueves, 25 de diciembre de 2014

¿DEL BLOQUEO A CUBA AL BLOQUEO DEL ALBA?

Por Rafael Bautista S.

Si el propósito del bloqueo a Cuba fue aislar a esa revolución y, de ese modo, condenarla a la inanición; el reciente anuncio de apertura de relaciones bilaterales entre USA y Cuba, ¿es el fin del bloqueo o el anuncio de uno nuevo? Porque a partir de la caída del precio del petróleo, la nueva contraofensiva occidental (contra los BRICS) contempla un nuevo bloqueo en ciernes; no se trata sólo de una guerra declarada contra Rusia e Irán, sino también contra Venezuela (y, en definitiva, contra el ALBA). Como consecuencia del desplome inducido del petróleo, la revolución bolivariana parece perfilarse hacia otra inanición, coadyuvada esta vez por una jugada geopolítica maestra de Washington; pues el discurso antiimperialista de Maduro se desinfla una vez que Cuba “normaliza” sus relaciones con el Imperio.
En toda jugada estratégica, hay siempre un tercero, pero en el caso presente, ya no se trata sólo de Venezuela sino de todo el ALBA, pues esta decisión no sólo descoloca a los gobiernos de la región sino que nos muestra que, en definitiva, más allá de la retórica integracionista, prima demasiado la sobrevivencia propia. Desgraciadamente esa es la tónica en toda nueva reconfiguración geopolítica global; todo se trata de sobrevivir en un nuevo orden. Eso lo sabe muy bien el Imperio, por eso prefiere la bilateralidad y no tratar con bloques conjuntos (que era a lo que apuntaba la creación del ALBA). Más allá del triunfo moral que representa, para la isla, la admisión del fracaso de la política gringa con respecto a Cuba, llama la atención el desconocimiento que los gobiernos del ALBA tenían al respecto y, más aun, el “oportuno” anuncio de Obama, en medio de dos cumbres latinoamericanas importantes. Aunque no significa el fin del bloqueo a Cuba, en las palabras del presidente Maduro –en el MERCOSUR– se podía conjeturar lo bloqueada que quedaba, con esa decisión, Venezuela (¿será que para desbloquearse hay que bloquear a otro?).
Para colmo, el silencio de Fidel hace más incómodo el asunto (¿también habrá sido sorprendido como lo fue Maduro?); pues si ya se sabía del pragmatismo político que venía mostrando el gobierno de Raúl Castro, nadie podía sospechar un acuerdo de tal magnitud y, sobre todo, envuelto en medio de una guerra híbrida que patrocina Washington, valiéndose de toda su infraestructura financiera global. ¿Se precipitaron los presidentes o todo formaba parte de una estrategia que preparaba USA después de que China le arrebatara la iniciativa del libre comercio en el pacífico? Recordemos que el reciente “Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico”, culminó con la creación del “Área de Libre Comercio Asia-Pacífico”, donde China sienta hegemonía incluso con los países del TPP y de la Alianza del Pacífico (bastiones de USA contra el ascenso chino).
Si en toda recomposición geopolítica global, todo se trata de sobrevivir, pareciera que la apuesta cubana se precipita y es subsumida por la geopolítica imperial, que no considera favorable a sus intereses una franca integración económico-política de Latinoamérica. Bolivia también anunció una reanudación de relaciones diplomáticas con USA, dejando incómoda a una Venezuela que se verá también en la necesidad de pelear por lo suyo. Si es así, ¿en qué queda el ALBA, la CELAC, la UNASUR y el MERCOSUR? Si no hay una clara perspectiva geoestratégica, todas podrían quedar refuncionalizadas bajo las prerrogativas de una nueva recomposición hegemónica imperial. Nadie objeta la repatriación de los héroes cubanos o el cese de hostilidades, pero lo que se quiere subrayar es que la supuesta apertura no es ajena a la contraofensiva reciente que ha desatado USA y la OTAN contra los BRICS, el grupo de Shanghai, el ALBA y todo bloque hostil a la supremacía gringa. Y Venezuela es, en la mirada imperial, el eslabón decisivo para iniciar una ofensiva contra toda la región. No sólo se le quita el sostén económico a la revolución bolivariana (con la caída el precio del petróleo) sino también el sostén discursivo (pues su antimperialismo se queda sin su mejor argumento).
Las reacciones de nuestros países han sido demasiado ingenuas y, por lo dicho, no sólo ha descolocado a todos sino que ha logrado desunirlos. Venezuela resulta la más afectada pero, si no hay un serio balance de situación geoestratégica (que sólo podría ser común), esa afectación podría expandirse a todo el conjunto ahora en desequilibrio. Como en los episodios anteriores (el golpe a Honduras, o el secuestro del avión presidencial boliviano), nuestros países todavía no sopesan la magnitud de las apuestas de recomposición geopolítica que asume el Imperio; pues al no consolidar una efectiva comunidad político-económica, cada una sigue velando por su estabilidad de manera unilateral. Esa es la mejor forma de arrinconar a nuestros países a una suerte de sobrevivencia marginal, sin nunca consolidar una unión efectiva. Esa ausencia alimenta las pretensiones imperiales. La apuesta del gobierno cubano es sumamente pragmática: ante un eventual recorte de ayuda venezolana (debido a la inestable situación de su economía), opta por una normalización de las relaciones, lo cual conduciría a la apertura comercial y ello, a una peligrosa asimilación vertiginosa al mercado norteamericano. Lo que no pudo el bloqueo bien podría lograrlo el comercio: liberalizar la economía para disolver la revolución.
            Fue en la reunión del MERCOSUR que se notó la incomodidad que produce un anuncio que desinfla uno de los argumentos bandera del anti-imperialismo latinoamericano. También hay que recalcar que, al no actualizar, de modo estratégico, el discurso anti-imperialista, éste se encuentra a merced de la pura nostalgia sin repercusión decisiva en el presente. La sola insistencia de la condena al bloqueo fue la carta que le sirvió al Imperio para desinflar el anti-imperialismo de nuestros gobiernos, dejando sin argumentos a los presidentes que no pudieron hacer otra cosa que saludar las declaraciones del presidente Obama. En eso hay que destacar la casi nula perspectiva geopolítica que nuestros Estados manifiestan y que les impide diagnosticar de mejor modo la transición hacia un mundo multipolar (que podrían direccionar regionalmente hacia la cero-polaridad, más pertinente al Sur global). Parece que el episodio del secuestro del avión presidencial boliviano sirvió de muy poco, pues la nula respuesta de carácter estratégico que muestran nuestros países ante las arremetidas imperiales, no hace sino constatar, para desgracia nuestra, que nuestros gobiernos son todavía incautos en materia geopolítica.
Los términos que enuncia la declaración del gobierno cubano, guarda los amargores que representa el haber vivido el “periodo especial” y, sobre todo, el haber vivido aquello solitariamente. Cuando toda la OEA le dio la espalda a la revolución cubana, ésta persistió heroica, sin más apoyo que el que pudo encontrar en la ex URSS. Cuando sucedió la crisis de los misiles, y el mundo estaba al borde de una guerra nuclear, Cuba fue el chivo expiatorio que cargó con todas las penas, pues gringos y soviéticos negociaron todo, a espaldas de la más afectada, que se quedó para siempre estrangulada y, sin embargo, sobrevivió. Y sobrevivió inspirando la liberación de nuestros pueblos.
Desde entonces la liberación se entendía no como una apuesta aislada sino mancomunada. Ese fue el legado de Fidel y, cómo no, de Hugo Chávez. Desde Bolívar esa fue la única posibilidad efectiva de independencia hemisférica. Por eso preocupa que la unidad se vea menguada por gambetas geopolíticas que descolocan de tal modo a nuestros países, que la reacción que pueden ofrecer muestra la pervivencia de estructuras coloniales aun en los estamentos revolucionarios.
Aunque el bloqueo se levantara, otro bloqueo parece estar en ciernes, pero ya no sólo contra Venezuela. No hay que olvidar que la política norteamericana no es decidida por el presidente sino por el complejo petro-militar-financiero; estando el Congreso en manos del Oil Party, podría producirse un acuerdo como parte de un canje propuesto entre lobbies que acechan la Casa Blanca: “cedemos” Cuba pero recapturamos Venezuela y su petróleo. Deslegitimar la revolución bolivariana forma parte de las guerras híbridas, es decir, guerras no convencionales que inciden en guerras de desinformación, ciberguerras y la promoción de los letales “caos constructivos”.
Aunque el bloqueo a Cuba formaba parte de la guerra fría, una vez acabada ésta y balcanizada la ex URSS, el bloqueo persiste, pues éste no servía sólo de escarmiento sino significaba la prevalencia de la Doctrina Monroe. El anuncio que hizo John Kerry, a propósito el fin de tal doctrina, no hizo sino confirmar su actualidad en la política exterior norteamericana (desde Madeleine Albright hasta Hilary Clinton, uno puede leer entre líneas el Destino Manifiesto que funda el excepcionalismo gringo).
No sólo la creación de la Alianza del Pacífico sino otras instancias han venido mostrando la insistencia norteamericana en minar toda posibilidad de independencia regional. Lo más inmediato es mermar la influencia china. En el Caribe, la presencia china es preocupante para USA (sumado a ello la influencia rusa); por eso una recaptura estratégica del Caribe se hace necesaria, y nada mejor que la cobertura mediática de la reanudación de relaciones con Cuba. Se trata de una contraofensiva geopolítica. USA no puede renunciar a su Mediterráneo, es decir, el Caribe. Como tampoco Obama se puede permitir ser considerado como el presidente que perdió a Latinoamérica. Si el partido republicano, considerado el Oil Party, no ve con buenos ojos el anuncio de Obama, otro tipo de financiadores de la política norteamericana (ligados a los demócratas) aplaude la decisión, pues se trata siempre de la expansión del capital; por eso Thomas Donohue, quien es presidente de la Cámara de Comercio, resalta, en términos que suenan a los prolegómenos de los acuerdos de libre comercio que, “un diálogo abierto e intercambio comercial entre sectores privados de ambos países generará beneficios comunes”, y termina señalando que “la comunidad empresarial de Estados Unidos da la bienvenida al anuncio de hoy”.
            Al parecer, bajo sofisticadas estratagemas de política exterior, se están detonando armas de destrucción masiva que, en medio de la nueva reconfiguración planetaria, se busca asegurar áreas estratégicas para la recomposición de la economía norteamericana (el poder militar es apenas un apéndice del poder real, aquél se encarga de crear las condiciones para la reproducción del dólar). Si de la reanudación de las relaciones entre USA y Cuba se produjera un distanciamiento con los demás países el ALBA, se confirmaría la intención del juego norteamericano. Aislando a Venezuela, los demás no correrían mejor suerte; como ya se viene diciendo: donde no haya procesos de regionalización económica sucederán inevitablemente procesos de balcanización.
Lo que se proponía el ALBA, con Chávez y Fidel, era la mancomunidad de esfuerzos para iniciar un proceso de independencia política y económica conjunta. Cuba fue tenaz y fue ejemplo; y cuando aparecieron Chávez, Kirchner, Evo, Correa, Lula, Pepe Mujica, etc., en palabras de Fidel, la isla ya no era más isla. La integración parecía asegurada mientras el Imperio se encontraba acorralado en Medio Oriente. Ahora que la aislada es Venezuela, ¿cómo se puede sostener una integración si, por sobrevivir, y a cualquier precio, empieza a cundir el bilateralismo, pertinente siempre al dominio imperial? Con China se había logrado un foro permanente con la CELAC, es decir, una novedosa agenda de relaciones comerciales y económicas entre la región y China, de forma simultánea; lo cual parecía dejar atrás la historia de negociaciones bilaterales siempre funcionales al Imperio (aislados somos fáciles de dominar), pues la asimetría constituye siempre el factor insalvable para nuestros países.
            El desplome del precio del petróleo tuvo su impacto en las alternativas que se le presentaba al gobierno cubano; el deterioro de la economía venezolana aparece como una sombra nada halagüeña para la isla: si los venezolanos también optasen por sobrevivir, a toda costa, los cubanos también saldrían afectados. Nos encontramos ya en medio de una guerra fría, donde la guerra económica se expresa en el desplome deliberado del precio del petróleo; sólo los ingenuos en geopolítica no se dan cuenta que el precio del petróleo ha sido siempre político. Y lo que sucede actualmente no es producto de los vaivenes de la oferta y la demanda sino de la manipulación de la mano del mercado, que no es invisible sino bien visible y bien armada.    
El mundo post-Crimea obliga a la decadente potencia unipolar a realizar un retroceso táctico y hacer uso de su infraestructura financiera global. Pero los riesgos son considerables. La ofensiva multidimensional desatada contra Rusia, agravada por la caída del precio del petróleo, que está seriamente dañado el equilibrio presupuestario de países como Irán y Venezuela (sólo Qatar y los Emiratos Árabes podrían sobrevivir con un crudo por debajo de los 70 $US), parece formar parte de una declaración de guerra que USA y la OTAN anuncian al mundo entero: el mundo no será repartido.
Financieramente el mundo es rehén del dólar, desde que el binomio dólar-petróleo ha sido el sostén del orden mundial desde Bretton Woods, pero desde que el petróleo ha ido retornando a manos nacionales, el orden ya no es más orden y el actual desorden desregulado del mercado petrolero es lo que está originando, en gran medida, la incertidumbre planetaria. Todas las arremetidas imperiales tratan de desordenar todo para imponer un orden mucho más vertical, que se traduciría en un nuevo mapa energético; el TLCAN es una muestra de ello, pues sobre aquella integración de USA, Canadá y México (sobre todo por el petróleo del Golfo y del norte del país azteca), se trataría de sostener la estabilidad energética norteamericana.
La estrategia gringa consiste en controlar áreas estratégicas de acceso privilegiado a fuentes energéticas, lo cual le brinda poder disuasivo ante otras potencias. Contrarrestar el ascenso chino es combinado con una guerra multidimensional contra una Rusia económicamente vulnerable (aunque ya cotiza el gas y el petróleo en otras monedas, lo cual le hace menos dependiente del dólar); al igual que otras economías que, curiosamente, conforman la lista gringa de países hostiles (es difícil que Venezuela y Ecuador sostengan su presupuesto fiscal con los actuales precios del petróleo). Pero esta guerra económica que promueve USA tiene también consecuencias negativas en su propia producción que, gracias a los hidrocarburos no convencionales, le garantiza (aunque discutible) autosuficiencia.   
Pero la arremetida contra el ALBA, su fracturación, tiene que ver con un otro asunto que empieza a cobrar relevancia. Desde el 2006, USA viene promoviendo y preparando (en el TLCAN) las condiciones de la transición hacia una nueva moneda, ante el probable y posible apocalipsis del dólar. Pues para paliar la descomunal deuda gringa (que oscila por sobre el 600% de su PIB) y cuando los gastos militares superen los ingresos de la propia Reserva Federal, produciendo el estallido de la burbuja del dólar, USA –se dice– adoptará el amero, mientras congele los dólares del mercado global. Esto conduciría a un colapso del sistema financiero y, en definitiva, al colapso de la economía mundial. Mientras el mundo se venga abajo con todos sus dólares, USA podría imponer un nuevo patrón monetario sostenido por el colchón energético del TLCAN, además de la recoptación financiera de las economías del Sur.
El bloqueo sería regional y supondría una sangría de nuestras economías mucho más inaudita. En toda reconfiguración geopolítica global, todo consiste en sobrevivir, incluso el Imperio pugna por aquello. Sobrevivir a costa de los demás parece ser su apuesta, por eso la guerra se convierte en una disposición latente de las potencias decadentes, como muestra de su insana resistencia a un nuevo orden global mucho más democrático. El ultimátum de los halcones straussianos, ahora que el Congreso norteamericano está en control del Oil Party y el lobby financiero, suena más amenazante que nunca: “si USA cae, haremos que el mundo entero caiga con nosotros”. Parece que a Latinoamérica le ha tocado, en esta transición civilizatoria postcapitalista, enfrentar el desafío de su definitiva independencia. Eso convierte a la región en factor decisivo en la nueva geopolítica mundial. Las condiciones objetivas están dadas. Falta saber si las condiciones subjetivas de la dirigencia de nuestros procesos estarán a la altura de la definición de este culminante momento histórico.  

La Paz, Bolivia, 21 de diciembre de 2014
Rafael Bautista S.
autor de “Reflexiones des-coloniales”,

rincón ediciones, la Paz, Bolivia
rafaelcorso@yahoo.com

miércoles, 10 de diciembre de 2014

NO RETROCEDER IMPLICA AVANZAR

Por Daniel Chaves

   Esta edición de fin de año viene con una fuerte impronta nacional. Se deduce de la rica y muy variada composición y procedencia de los trabajos periodístico-militantes que integran estas Huellas de Diciembre. Una tercera edición que pulsea entre el desafío de continuar creciendo, y la lucha básica por sobrevivir, de aquí en adelante.
   En términos generales, consolidamos en las páginas de este número una mirada crítica de los poderes fácticos, tanto de la esfera de lo económico como de las fuerzas que componen la clase política cipaya nuestra de cada día.
   La defensa del Movimiento Nacional surge más en defensa propia - atentos a los riesgos concretos de una restauración oligárquica que pulverice las políticas fuertemente inclusivas y derecho-humanistas logradas en la última década-, que con una fortaleza para el avance resuelto y la profundización definitiva del rumbo económico-social trabajado en este período (con las idas y venidas, luces y sombras lógicas de la matriz ideológica preponderante de nuestros Movimientos Nacionales desarrollados a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI).
   Conscientes hemos de estar, más que seguro, del techo muy cercano para las aspiraciones de avances nacional populares en el firmamento, asoma nítida la necesidad de sostener, en clave defensiva, a las conquistas  logradas y plantearse modestos escenarios de mejoras para los tiempos que se avecinan. O bien, las puertas abiertas para una tercera década infame.
   El aparente equilibrio de fuerzas (y esto apuntado con un optimismo de indisimulable sabor agridulce) entre los bloques nacional y antinacional, amerita afrontar con estricto realismo, saludables hechos concretos fundamentalmente orientados a favorecer a la clase trabajadora (elevar el piso de Ganancias, por caso, y acceder a buenas paritarias en el 2015 parecieran ser dos ejes que el Gobierno no debe esquivar) y la pequeña burguesía a los fines de no cercenar más la base de apoyo histórico del Campo Nacional.
Cerrar el grifo por el que se perdió considerable masa crítica, consolidar lo que tenemos y avanzar paciente y cautelosamente por más, es una tarea que se avizora como imprescindible para los próximos meses.
   Estas reflexiones en cuerpo editorial no son ni pretenden ser una arenga. Busco aportar un halo de luz, sin quimeras que entorpezcan o desilusionen a futuro, producto de su distancia con el estrecho margen de maniobra que otorga la coyuntura. Y aún en la seguridad de que la conducción del Movimiento Nacional actual carece de quien la sustituya, expongo en la introducción a estas Huellas de fin de 2014, la imperiosa necesidad de continuar aportando tiempo y dedicación al enriquecimiento colectivo del Movimiento Nacional.
  Sin más aspiración, por ahora diría el Comandante Chávez, que la de no retroceder hacia un neoconservadurismo que representaría un escenario dantesco para no menos de 20 millones de compatriotas. Me incluyo entre ellos.

   Entiendo que esa es una razón más que demoledora para seguir transitando este sendero pedregoso y muchas veces lleno de parajes indeseables. Con opciones mejores que otras, naturalmente. Pero esencialmente, dándole continuidad, como se pueda, al Proyecto Continental que tan positivamente avanza desde la última cumbre de la UNASUR. En la cual, este camino recorrido ya cuenta con Monumento Propio, símbolo de las luchas ganadas hasta nuestros días. 

Del “Patria o Kirchner” a la política silenciada

Por Juan Carlos Dennin

 

 Entramos en el último mes del 2014 sabiendo que en el nuevo año se habrán de definir  elecciones ejecutivas y legislativas. Noviembre nos ha dejado algunos hechos políticos que parecen mutar,  aunque en el fondo reiteran siempre el mismo basamento.

  La base social conservadora de la dirigencia opositora terminó el año con el rotundo fracaso de su convocatoria al “cacerolazo” del “13 N”.  No asistió nadie.  Ese sector vendepatria , lleno de odio,  exteriorizó su sentimiento ideologizado con la consigna “Patria o Kirchner”.  Créase o no. Ni a los autores de los zócalos de TN ni al mismísimo Stephen King se les hubiese ocurrido escribir algo así.  Se los podría adjetivar como patéticos, pero en realidad ni eso merecen.  Despiertan una profunda indignación.  Cada vez se asemejan más a las hordas golpistas de setiembre de 1955…

  Alejándonos un poco del accionar de esas  bases, da la sensación de que quienes deberían representarlos han fallado en sus especulaciones.  La meta de juntar toda o una buena parte de la oposición en un mismo frente o alianza, colapsó  no bien asomaron las primeras definiciones acerca de candidaturas rumbo al 2015.  Aferrados a  estrategias  noventistas, reafirmaron su mediocridad, e intentaron  crecer mediante la construcción mediático-política: ser  oposición por la oposición  misma. Ese proyecto ha fracasado. Lamentablemente, el oficialismo no tendrá con quién discutir proyectos de país diferentes, debatir  ideas, marcos de referencia democráticos para la

región y el mundo. 

 Ni el macrismo como fase superior de la derecha neoliberal, ni  Faunen , ni el radicalismo, ni el massismo, ni los progresistas anti-K  expresan hoy una opción superadora y tentadora para el sector de la ciudadanía  que querría votar una alternativa al gobierno actual. 

  De todos modos lo que viene no será un jardín de rosas. El kirchnerismo  no podrá dormir sobre sus laureles. Más que nunca deberá estar atento a las operaciones cruzadas que pretenderán instalar sobre la cabeza de sus dirigentes. Esas operaciones siempre serán orquestadas desde afuera de la gestión de gobierno y del frente gobernante.  Cada día se hace más evidente, por estos lares, que el coordinador  del espacio opositor se llama Héctor Magnetto. Se sabe que aparecerán “fuentes periodísticas” incomprobables que inventarán candidaturas, reuniones “secretas” que se harán  públicas, alianzas que nada tienen que ver con los orígenes y fundamentos  del kirchnerismo,   En la vereda opositora no es necesario que alguien la opere desde afuera, ya que ellos mismos se encargan de hacerlo con sus trifulcas internas.

  El camino a seguir por el kirchnerismo no estará libre de opositores. Seguirán apareciendo ofertas cambiantes hasta que llegue el momento en que se definan las candidaturas a las PASO. Eso sí, esos sectores continuarán con su “gataflorismo” obstruccionista contra todo lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional. 

  El dilema en que se enmarca  la oposición es la falta de liderazgo y la carencia de un proyecto de país sustentable que pueda presentarse como pretendido “cambio” del actual proyecto nacional, popular y democrático. Eso torna inevitablemente estéril cualquier intento de armado político superador. 

  Si observamos superficialmente los  eventos acontecidos en los últimos días del mes anterior y en los primeros días de Diciembre, podemos apreciar que los mismos han ido desde las escandalosas declaraciones mediatizadas de Elisa Carrió (con la excepción de Sanz, cargó contra todos sus compañeros con acusaciones basadas en hechos que, de haber sido veraces, habrían ocurrido con anterioridad a la integración de  FAUNEN. De Julio Cobos, dijo que está financiado por la efedrina y denunciando que la campaña del kirchnerismo en 2007 (con la fórmula CFK-Cobos) estuvo apadrinada por dinero negro proveniente de la droga. A Hermes Binner, prácticamente  le exigió resolver  los enormes problemas de narcotráfico en los territorios gobernados desde hace rato por el socialismo. Y a su último socio, Pino Solanas, le echó en cara  la poca cantidad de votos propios y un discurso basado únicamente en el ambientalismo.

 La culminación  de aquellos sucesos se dio con el allanamiento a la empresa Hotesur, propiedad de la Presidenta.  Esa decisión fue tomada por el juez Bonadio, fogoneada previamente desde  el programa de Jorge Lanata (en connivencia con las dirigentes políticas Margarita Stolbizer y Graciela Ocaña), quien acumula 9 expedientes abiertos en el Consejo de la Magistratura y  e integró las lista de  “jueces de la servilleta” de Corach y del que se sospecha que tiene vinculaciones políticas con Sergio Massa.  Como generalmente las causas de corrupción son bastante complejas, a río revuelto, acusaciones mediáticas que se dirigen hacia cualquier ámbito del oficialismo.

  Ahora bien, hemos visto, aunque sin profundizar, esos acontecimientos.  ¿ Cual es el legado nos pueden dejar ? Es más que evidente que jamás se habla de política.  Solo se manifiesta un accionar politiquero de mala calaña, de acusaciones burdamente justiciables o de la moral del individuo. Pero sobre política, solamente hay “silencio de radio”. Esto se produce porque los sectores de oposición  carecen de propuestas para gobernar. Y en  caso de que las tengan, igualmente van a continuar en silencio, es decir que no las van a hacer públicas  ya que conllevan políticas de  ajuste y de obsecuencia a los intereses de las corporaciones económicas. Cabe recordar, como  pequeña muestra, los momentos en que más de un integrante de la oposición  expresó que en caso de llegar a ser gobierno derogaría las leyes votadas por el kirchnerismo. Con posterioridad esos dichos han sido eliminados de sus mensajes.

  ¿Adónde apuntan esas maniobras?  En los noventa la corrupción era el menemismo, pero el modelo económico neoliberal era inocente, quedaba fuera del alcance de la denuncia.  Hoy, en el día a día, acusan a quienes integran el espacio kirchnerista de corruptos, pero el tiro por elevación quiere señalar que el modelo es el corrupto, no solo los hombres que lo desarrollan.

  Es posible que se estén dando cuenta de sus propias inhabilidades. Por lo tanto, no se atreven a atacar a las políticas del Gobierno, ya que éstas han sido aceptadas por un amplio sector del Pueblo. En consecuencia tratan de que se instalen las falacias que continuamente están creando a fin de lograr el descrédito personal de los funcionarios del oficialismo.

  Su consigna discursiva es la defensa institucional del país, la defensa de las instituciones…  Ahora bien, ¿se condicen esas proclamas con su propio accionar?  Es difícil de  dar veracidad a esa circunstancia cuando el gobernante Frente Para la Victoria tiene que hacer frente, casi en soledad institucional, a los Hold Outs o Fondos Buitres, al Gobierno del Imperio que los apoya, a las cuevas financieras (que en realidad son satélites de grandes bancos) que se encargan de atacar constantemente a nuestra moneda intentando lograr una fuerte devaluación para beneficiar a las corporaciones, etc. ¿Qué posibilidades de vida nos daría un futuro país gobernado por esta gente?


  Sería interesante que los dirigentes opositores comenzasen a cumplir las funciones de los cargos para los que han sido elegidos.  Que dejen de circular por los estudios de radio y televisión y empiecen a hablar de políticas. Que desarrollen programas de gobierno y nos los den a conocer. Que aclaren cual es el rol que pretendan hacer cumplir al Estado. Si sus políticas públicas serán reguladoras o redistributivas. En fin, que dejen en claro el programa y las decisiones que tomarían en caso de acceder al Gobierno.  Pero es algo muy difícil de cumplir para quienes han quedado anclados en los noventa…

¿Por qué incluir a los hombres?

Por NOOR JIMENEZ ABRAHAM
Doctora en Ciencias de la Comunicación Social

   Esta pregunta, que parece retórica, es la que en el último tiempo circula en los ámbitos donde se trabaja la temática de género. Cabe la reflexión, ¿alguna vez se pudo pensar que en estas cuestiones los varones tenían que ser mantenidos al margen? Parece que así sucedió y que algunas personas, de la identidad que fuere, supusieron que solo se trataba de la declamación de justicia de un grupo –al que hasta se lo ha tildado de minoría.
   Pero resulta que si de lo que se habla es de los cambios fundamentales para que un planeta no siga autodestruyéndose, se debe empezar por lo esencial: los seres humanos que lo habitan y no será lo mejor cuando la mitad de esas personas vive en una situación de minusvalía con respecto al otro cincuenta por ciento.  ¿En qué se basan esas diferencias? En todo o en nada. A lo largo de la historia, explicaciones, hubo muchas, con fundamento, algunas pocas.
   Cuando el 25 de noviembre una vez más como desde hace 15 años,  se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer,  la Organización de las Naciones Unidas volvió a declararla una pandemia. Resulta, pues, una ignominia que en una sociedad que se jacta de sus avances,  la mayor “infección”, la que no se alcanza a combatir, la que no se detiene y, por el contrario, crece geométricamente, no sea a causa de virus y bacterias sino por el desequilibrio en los derechos.
   Mientras se alardea por logros en informática, medicina, mecánica, biología y tantas otras áreas donde la inteligencia humana ha desarrollado métodos para el confort y la mejor vida, en Argentina se produce un femicidio cada 30 horas, es decir, que aproximadamente muere una persona por día con el único fundamento de su condición de género. ¿Cuáles serían los logros de esta civilización si el hogar se puede convertir en el lugar más inseguro y la persona más peligrosa resulta ser el padre de los propios hijos?
   ¿Por qué incluir a los hombres? Porque sin ellos la transformación es imposible, porque hay que desandar ese camino que los ha ubicado en el centro, en el lugar de la persona ideal, porque es necesario mostrarles que se verán beneficiados al  compartir la carga que implica la obligación social de saberlo todo, de nunca tener miedo, de siempre querer y poder. Es problable que hasta ahora muchos de ellos no se hayan cuestionado el status quo, quizás porque no fueron conscientes de su situación de privilegio.

   Pero frente a los nuevos paradigmas que comienzan a contemplar los derechos de todos los grupos que históricamente fueron excluidos del epicentro del poder, el de las mujeres es el más abarcativo, porque todas ellas están atravesadas por otras vulnerabilidades que se agravan por el solo hecho de su género. Así la pobreza, la disminución física, la vejez, la etnia, la religión, la lejanía del ideal de belleza, la falta de acceso a la educación, un contexto bélico y muchas otras condiciones que en nuestro tiempo resultan adversas, todo, absolutamente, se torna más grave, peligroso y difícil cuando se nació o se eligió ser mujer.

Arboles de fuego, para navidad (Una crónica obrera de Diciembre de 2001)

Por Sebastián Jiménez

   Tantos años de neoliberalismo salvaje no podían terminar de otra manera, la temperatura de aquella noche de diciembre de 2001, aunque elevada, no tenia punto de comparación con el fuego que latía en nuestro pecho. 
Tras el cambio de mando de 1999, quedó claro que el modelo económico de explotación de nuestro pueblo no variaría en absoluto,  por el contrario, el interregno delarruista intensificó la presión sobre las clases subalternas. Las clases medias, las clases populares, la clase obrera, siguieron víctimas del neoliberalismo salvaje que todo lo vende y todo lo compra, a precio de una sangre que nunca es la de sus minorías enriquecidas.
La imagen de las palmeras de Plaza de Mayo prendidas fuego son casi la postal perfecta de aquellas jornadas, parecía que el país se incendiaba luego de que el inefable De la Rúa, le pusiera el broche de oro a tantos años de dictadura neoliberal, con aquel patético y recordado discurso donde decretó el  estado de sitio ante la ola de saqueos que conmovió al país. En realidad, el fuego bajo el cual ardían aquellas palmeras y el país entero, era resultado de la combustión de los sentimientos de toda la clase obrera,  sentimiento socavado durante tantos años de desigualdad, impotencia, hambre.   Estábamos todos sin laburo, sin nada más que nada, el ataque a los intereses de la inestable clase media fue la gota que rebasó el vaso y provocó la combustión.
   El primer impulso después del decreto del estado de sitio fue salir a la calle. Por vivir en aquel entonces cerca del Batallón de Arsenales de la Ciudad de Boulogne, asistí, no con poca sorpresa, por primera vez al espectáculo de ver los tanques circulando por la calle. Los latidos en el pecho se aceleraban, la bronca primaba por sobre los otros sentimientos,   ¿A dónde ir?, ¿que golpear?, esto debe terminar, ¿pero adonde y cómo?... El tren a Retiro fue la respuesta más acabada a todas estas preguntas.
   La Plaza de Mayo debía ser el lugar, nosotros mismos debíamos ser la manera.
   Guiado por el instinto, la ansiedad por llegar a la mítica Plaza de Mayo se hacía insoportable. Bajar del tren vacío, por la hora y la circunstancia, y encarar la caminata por Alem hasta la Plaza fue un suplicio más que alimentó la ansiedad. Pero llegar y ver aquel espectáculo fue la mejor recompensa. La clase media, copaba la plaza. En las horas subsiguientes se unieron poco a poco las masas obreras, la represión desatada por las fuerzas del orden, aumentaron la bronca y la indignación. Las balas de plomo y los gases, sumados a los latigazos de la montada, se quisieron adueñar de nuestra plaza, pero qué latigazos ni latigazos, las marcas en la espalda no nos dolían, porque el fuego que nos levantaba, nos empujaba hacia adelante y mas allá de eso solo nos quedaba la dignidad, al menos muchos de los que allí estábamos, no teníamos nada que perder. Como corresponde al proletariado, la lucha es hasta las últimas consecuencias. Muertos, heridos, ambulancias, caos.....luego calma.....pero sabíamos que solo era una tregua.
   La noche transmutó en madrugada de tensa vigilia, cielo bravo y luna breve en espera de algún desenlace del cuál ignorábamos su naturaleza, pero que sabíamos inexorable. De alguna manera, todos los allí presentes teníamos plena conciencia de que aquel modelo asesino tenía que ser enterrado en aquella jornadas. El pueblo, la clase media y la clase trabajadora, reunidos en espontánea alianza plebeya, estaban allí para terminar con él.
   La mañana finalmente nos trajo el principio del fin.
   La orden de desalojo de la plaza por la policía montada, otra brutal ola de represión en distintos puntos del país y la respuesta palo por palo de la masa del pueblo enardecida, tiñeron de sangre aquel 20 de diciembre. Nadie daba ni un paso atrás, era hasta las últimas consecuencias. Más muertos, más heridos, más represión, pero mayor resistencia. Hasta que “Fernando I” cayó. Y con él, cayeron 10 años de ignominioso vaciamiento estatal, de desindustrialización, de privatizaciones escandalosas, de desempleo, de florecimiento de los barrios marginales en los que aún hoy vive y sobrevive una porción importante de la clase obrera, sin servicios básicos, sin salud, sin educación, sin nada. 10 años de frivolidad, de hedonismo y de libertinaje sin fin.

   Tras dos años con Eduardo Duhalde en el poder, a partir del año 2003, el nacionalismo popular tomo las riendas del poder y tras asumir "sin Estado", sin nada que distribuir y con una masa proletaria con el lomo demasiado cansado de tanto penar, de a poco comenzó a tomar medidas progresivas, hacia adelante, reestatizar, generar empleos, alentar el mercado interno, democratizar el espectro radioeléctrico, la asignación por hijo reciente. Y no alcanza. Una clase social no desaparece si no se le quita su base de sustentación económica, y el Imperialismo aún goza de aliados locales con sus medios de producción intactos. La Pampa Húmeda, el litoral y los campos sojeros siguen en manos de la Oligarquía rentística, las palancas económicas y financieras, el comercio exterior e interior siguen en poder de la Burguesía Comercial y de los vampiros de siempre. Hay que superar cualitativamente al nacionalismo de Estado y avanzar en Sanmartiniana alianza con los demás pueblos de Latinoamérica con rumbo Socialista. Aún faltan demasiadas cosas, se han alcanzado logros muy positivos y por eso el enemigo oligárquico imperialista nos ataca, pero la clase obrera se debe a sí misma ser el principal protagonista de las políticas de Estado, que vendrán a delinear un futuro de liberación, de paz definitiva, de una paz que nos debe encontrar como trabajadores unidos en Frente Nacional, pero conduciéndolo, lo entienda así la burguesía o no. Está en nosotros construir un futuro en el cual nuestros hijos no sufran el despotismo de la oligarquía en el poder, y que la antipatria sepa, que como en aquellas históricas jornadas de diciembre, está en el pueblo argentino el impedir que sigan avasallando sus derechos, y que no lo permitirá. NUNCA MÁS.

EL DÉFICIT ES LA OLIGARQUÍA Y LA PODREDUMBRE DEL ESTABLISHMENT

Por Pablo Santiago

   En el mundo capitalista y clasista, basado en la farsa y la injusticia, lo que prima es la doble vara encubierta por el discurso dominante, bien gramsciano. El mismo periodista amarillo que señala a La Salada por vender ropa trucha justifica a los que compran dólares ilegales.
   Entonces, todo delito económico cometido por las clases medias y altas es justificado con el discurso de la ganancia, la racionalidad empresaria y el liberalismo; sin embargo, no se permite aplicar la misma lógica argumentativa a los "pibes de gorrita". ¿No sería igualmente racional y maximizador, y por lo tanto justificado desde el punto de vista del discurso dominante, que a algunas personas les resulte más cómodo robar antes que trabajar?; ¿por qué no se justifica esa forma delictiva de la misma forma que algunos pretenden justificar otros delitos, como la evasión fiscal, el dólar ilegal o la corrupción privada? Un nuevo caso del viejo liberalismo selectivo.
   Por supuesto que ningún delito ni delincuente debería ser justificado, ni el más pequeño ni el más grande, pero parece que la Justicia le llega más rápido y más fácil a los más pequeños, ya lo decía José Hernández.
   El empresario puede hacer cualquier cosa: explotar trabajadores, contratar en negro, evadir impuestos, sobornar, fugar capitales, todo en nombre de la oportuna maximización racional de la ganancia. Detrás estarán las usinas mediáticas, los grandes medios que funcionan como el soporte ideológico justificador; una de las patas del sistema. Cuando el Estado aumente la presión tributaria, entonces justificarán la evasión fiscal empresaria. Pero la pobreza sistémica no justificará al ladrón común. Sólo algunos merecen justificación, que suelen ser los dueños de casi todo.
   En los últimos días se hizo público otro caso de corrupción privada, pero que atenta contra lo público, contra lo nuestro. Los mismos empresarios que junto a sus economistas pagos pregonan por el achique del déficit público, con ajustes al gasto público (a nosotros, nuestras empresas y nuestros servicios), son en realidad el principal lastre social y el más costoso que le provoca al Estado un déficit público de 62.000 millones de pesos o quizás más, sólo en evasión fiscal; la oligarquía siempre fue y será el principal déficit para el Estado y la sociedad, son los que pagan salarios de miseria, evaden impuestos, fugan capitales, socavan la capacidad recaudadora del Estado, y luego se dan el lujo de exigir reducir la presión fiscal. La hipocresía y la caradurez sin límites.
   De igual manera, fue cuestión de minutos para que los mismos medios de comunicación que se dedicaron años enteros a denunciar una bóveda vacía o la “terrible” valija de Antonini Wilson, ahora se pusieran a la vanguardia justificando, avalando y defendiendo a los empresarios y personalidades que fugaron y robaron 62.000 mil millones de pesos al país; traidores a la Patria que ganan dinero en nuestro país y se la llevan al exterior. Los supuestos detentadores de la supremacía moral, muchos periodistas y “especialistas”, legitiman a todos estos sujetos con nombre y apellido que escondidos detrás de personerías jurídicas evaden al fisco y fugan capitales. Es más, aquellas dichosas empresas periodísticas, véase Clarín, La Nación o Infobae no se conformaron con defender corruptos (ya lo habían hecho en los 90’), sino que luego también desaparecieron el caso de sus pantallas, radios y diarios; mejor no hablar de ciertas cosas. Cuando se trata de sus amigos evidentemente el periodismo objetivo e independiente se termina. Esa es la verdadera ética y moral de la oligarquía y sus medios de comunicación.
   Gran parte de la oposición, como no podía ser de otra manera, se puso nuevamente al servicio de los grupos económicos sin Patria, y votó en contra o se abstuvo de crear una comisión especial que investigue las cuentas evasoras del banco multinacional HSBC, institución que ofreció la logística a los cipayos nativos para que estos les roben a los argentinos. Le robaron a nuestro Estado, a sus prestaciones y servicios, que son nuestros derechos como la educación, la salud, las jubilaciones y la inversión social; y mientras robaron, la levantaron en pala y no invirtieron nada en el país. A esos defiende la oposición que luego habla de honestidad, lucha contra la corrupción, inversiones y demás, mientras encubren el peor caso de corrupción descubierto en años. Con el establishment económico no son tan guapos.
   El Poder Judicial, otro instituto del status quo, volvió a mostrar la hilacha. Los jueces mediáticos que se ofrecen “ingenuos” a cualquier denuncia que atente contra la política o beneficie a alguna gran empresa, ahora prefieren no investigar. Es cuestión de observar a quiénes investiga y a quiénes no el Poder Judicial, para así dilucidar quiénes son el poder real en una sociedad. Y frente a la actual complicidad y silencio que ofrece nuestra Justicia frente a la punta del iceberg que representan las 4040 cuentas de evasores en Suiza, queda claro que el poder real es, y siempre lo fue, el poder económico encarnado en las grandes empresas y oligopolios: el capital concentrado.
   La ética, la moral y la Justicia se aplican sólo en forma selectiva, en función de los intereses de las clases dominantes. Esto es ineludible por más que les pese a los escépticos de la política y a los hipócritas liberales.
   Cuando los intereses del poder real, del poder económico, del sistema, se ponen en juego y se corre el velo de la farsa diaria que encarnan éstos y sus aparatos ideológicos, tales como los grandes medios de comunicación, es muy fácil observar cómo el bloque dominante (económico, mediático, político y judicial) se alinea casi automáticamente en defensa de las bases e intereses fundamentales del establishment económico y su tradicional invisibilidad e impunidad con la cual expolian al país y su gente. Este es el sistema que justifica a la corrupción más grande de todas, que no es la política, sino que es la sistémica y privada que atraviesa a todo el empresariado argentino sin vocación nacional.

   Carecemos de una verdadera burguesía nacional que piense un país próspero, integrado y soberano, y estamos rodeados de colonizados mentales y cipayos. Nuevamente es necesaria la masiva movilización popular en defensa del país: el 13 de diciembre, todos a la Plaza de Mayo a defender la Patria y sus trabajadores de los buitres de afuera y de adentro. Cristina Conducción.

Ramón Carrillo

Por Rubén Lombardi

El 6 de Septiembre de 1956, sintiéndose gravemente enfermo y a escasas semanas de una presentida muerte, un hombre escribe una carta a un fiel amigo nombrándolo albacea de su buen nombre y honor.

Pero, ¿De quién se trataba?... había nacido en 1906, en medio de la paz provinciana y solariega de la “Madre de Ciudades”, la vieja y por entonces pequeña Santiago del Estero. Rodearon aquellos años iniciales calles de tierra, algunos edificios, algarrobales, mistoles, sandiales y la sedienta compañía de un río: El Dulce.

Hijo mayor de un matrimonio de 11 vástagos, desde temprano se destacó por un profundo dolor ante las angustias sociales, y desarrolló un no menos grande amor al país concreto.

Muy joven viaja a Buenos Aires para ingresar a la UBA, y al cabo de pocos años se recibe de Médico con Medalla de Honor, en 1929, alternando premios y becas por el mundo.

En la década del 30 abreva políticamente en el Nacionalismo, por advertir la condición semicolonial de su patria, esencialmente en las esferas económicas y mentales, a causa de una férrea dependencia.

Pero en 1944 su vida se transforma, y con ello la de la Argentina entera. Es que conoce al Coronel Juan Perón, que le pide colaborar con el Gobierno militar en la planificación de la política sanitaria, y que se profundizará durante la Presidencia del emergente caudillo de los trabajadores. Empieza así una feliz asociación entre ambas figuras que durará una década.

Hasta la llegada de Perón al poder hay que puntualizar que la atención de la salud de nuestra gente no merecía una mayor existencia que la de un pálido organismo burocrático (el Departamento Nacional de Higiene). En 1946, nuestro hombre (que como advierte el título de esta nota era don Ramón Carrillo) asume al frente del primer Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Argentina.

Y da comienzo la Revolución Sanitaria más extraordinaria de nuestra Historia.

La situación era deplorable: Déficit de camas y hospitales, falta de personal técnico, bajas remuneraciones, ausencia de estadísticas, inexistencia de seguros sociales y regímenes previsionales. Se agregaba una Mortalidad infantil degradante, tuberculosis, paludismo, fiebre amarilla, enfermedad de Chagas, lepra… calamidades extendidas en amplios sectores del territorio. Los enfermos mentales sobrevivían recluidos y hacinados en anacrónicos establecimientos.

Al hacerse cargo Carrillo decidió revertir la espeluznante herencia recibida. Las consecuencias de su labor partieron desde la rápida formación de una conciencia sanitaria, el éxito de las campañas masivas de vacunación antivariólica y antidiftérica, de los catastros radiográficos pulmonares realizados a lo largo y ancho del país. Se declaró obligatoria la presencia de certificados de vacuna para ingresar a colegios, viajar, hacer trámites en reparticiones públicas…

De las victorias más espectaculares citemos la erradicación de enfermedades endémicas como el paludismo. Ésta diezmaba la población del nordeste nacional. Durante 3 meses, brigadas de dedetización trabajaron casa por casa y pueblo por pueblo, hasta ser derrotada, en una acción que recibió la felicitación internacional. Campañas similares se realizaron en la frontera con Bolivia ante los brotes de fiebre amarilla, y otras sobre enfermedades venéreas, tuberculosis, viruela, la rabia…

La Mortalidad Infantil bajó del 90 por mil en 1940 al 56 por mil en 1955. Las camas hospitalarias pasaron de 66.300 en 1946 a 114.000 en 1951. La tuberculosis que mataba niños hasta 130 por cien mil en 1946, disminuyó a 36 por cien mil en 1954. La lepra se circunscribió a leprosarios preparados y habilitados. El tifus y la brucelosis absolutamente vencidos.

En la gestión de Carrillo imperaba la medicina PREVENTIVA. Las revisaciones periódicas, radiografías pulmonares, los controles elementales se multiplicaban y hacen costumbre.

Una característica de su labor fue el desarrollo de infraestructura sanitaria hasta los más recónditos rincones del territorio nacional. Es así como surgieron Institutos de Hemoterapia en Córdoba, Concepción del uruguay, Resistencia, Rafaela, La Rioja, Santiago del Estero. Hospitales climáticos termales en Carhué y Río Hondo. Leprosario de Diamante (Entre Ríos). Colonia Neuropsiquiátrica en Guaymallén (Mendoza). Hospitales generales de Río Cuarto, Ojo de Agua (Santiago del Estero), Presidencia Roque Sáenz Peña, Vera, Pinto (Stgo. Del Estero), Puerto Iguazú, Chos Malal, Tartagal, Cruz del Eje, Quequén, Clorinda, Río Grande… y muchas realizaciones más.

El eje de la idea del Ministro era la Prevención Sanitaria, y el éxito de la Salud Pública giraba sobre el concepto e imperio de la Justicia Social del peronismo, sin la cual la tarea no hubiese tenido tamaños resultados. “¿De qué sirve resolver los problemas de un individuo enfermo si simultáneamente suceden casos similares por falta de alimentación, por viviendas insalubres o por salarios insuficientes?” exclamaba el ilustre santiagueño.

Por 1954 se distanció del Vicepresidente Tesaire y del secretario Apold, que exigen fidelidad a un cerrado concepto de burocracia partidaria. Ello sumado a un serio problema de salud propia, van alejando a Carrillo de la labor oficial. Es así como renuncia y se exilia, primero en Estados Unidos y luego en la ciudad brasileña de Belem. Por esos días se entera de la caída del General, su amigo y sostén. Los hombres de la Libertadora le confiscan sus propios bienes, persiguen su figura y hasta lo acusan de vulgar ladrón… ¡A él, que hizo de la bondad, la sensibilidad humana y un estricto concepto ético, normas eternas de su vida!

Dolorido moral y físicamente se pone a escribir la misiva con la que iniciamos esta semblanza. Pero el 20 de Diciembre de 1956 se produce el fatal desenlace. Ramón Carrillo muere.

Pasan muchos años en que el encono del revanchismo político impidió la repatriación de los restos del eminente compatriota. Hasta que incansables gestiones partidarias y familiares lograron que después de un injusto peregrinar, sus huesos terminaran depositados en su natal Santiago del Estero.

Desde entonces la Historia Sanitaria argentina se divide en un Antes y Después de Carrillo. No sólo había sido el primer Ministro de Salud de nuestra patria, ni tampoco el erradicador y encerrador  de todas las calamidades corporales de sus tiempos, sino el creador de la organización hospitalaria, y del que siendo un extraordinario investigador en el terreno de la Neurología y Neurocirugía se transformó en el pionero del Sanitarismo preventivo y la Medicina Social, en el más amplio concepto humanista.

20 de diciembre, a 58 años de la muerte de uno de los hombres beneméritos de nuestro no muy lejano pasado.



¡Salud don Ramón Carrillo! Decirle gracias es poco.

Internacionales. "España, ¡PODEMOS!"

Por Roberto Maydana
Colaborador especial desde Maidstone, Inglaterra

   El ex Presidente Néstor Kirchner, si aún estuviera entre nosotros, seguramente hubiera utilizado en algún foro, su ya famosa frase "¿estás nervioso, Clarín?" pero con una pequeña variación. Ante los líderes mundiales, haciendo uso de su valor, le hubiera gritado a España y por qué no a Europa ¿Qué les pasa europeos de derecha, están nerviosos?

   Durante los años que viví en Galicia, me tocó vivir de cerca el nacimiento, crecimiento y posterior desaparición del fenómeno de los indignados, que surgió con mucha fuerza en 2011 y llevó a cabo innumerables protestas callejeras (y pacíficas) para reclamar soluciones en medio de la crisis que azotaba (y aún azota) a España. El boom fue increíble y aquellos que veíamos que toda Europa era más de derechas de lo que imaginábamos cuando vivíamos en Argentina, sentimos un soplo de aire fresco y una esperanza emocionante ante la aparición de la también llamada Spanish Revolution.

   Sin embargo, una vez superado el clímax, el fenómeno de los indignados fue perdiendo fuerza día a día, gracias también a las campañas en su contra por parte de los defensores de lo mismo de siempre (El establishment, los medios) y todo quedó relegado a una locura juvenil, "de zurditos y comunistas" como le gustaba afirmar al ultra conservador canal de televisión Inter-economía.

   Todo volvió a la normalidad española, o sea a lo que yo denomino "quejas desde el sofá" Las manifestaciones perdieron fuerza, la gente no acompañaba, pero vos hablabas con cualquier persona y todas pedían un cambio, se quejaban de la crisis, te contaban cómo perdían sus empleos, criticaban al Presidente Rajoy y a la Eurozona... pero desde la comodidad de su sofá.

   El que no se quedó sentado fue Pablo Iglesias, de apenas 36 años y líder de la ahora mundialmente famosa Podemos, quien pasó de ser un tertuliano de televisión y profesor de universidad a ser la cara visible del recién nacido partido político (no tiene ni un año de creación) que puede derrumbar el histórico bipartidismo español (PP, PSOE) en las próximas elecciones generales. En enero de este año se presentó Podemos y dos meses después su partido logró cinco escaños en el Parlamento Europeo, desde el cual realiza fantásticos discursos que asustan a los dinosaurios de siempre.

   De clara tendencia de izquierda, ateo, nieto de un socialista humanista condenado a muerte por el franquismo, hijo de una abogada de Comisiones obreras y de un profesor de historia, además de marido de Tania Sánchez Melero, diputada de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, Pablo Iglesias sorprende a la oligarca Europa, con una serie de medidas que a los latinoamericanos nos parecen lógicas pero que tienen muy nerviosos a los empresarios y medios de comunicación de España, medidas entre las que se destacan 1) Educación pública, gratuita, laica y universal 2) Reestructuración de la deuda externa 3) Amparo frente a los desalojos 4) Eliminación del copago sanitario y los procesos de privatización 5) Reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y de la edad de jubilación a 60 años 6) Derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos 7) Aborto libre y gratuito...

   Entonces la batalla mediática mostró sus afiladas uñas: "zurditos", "comunistas", "partido populista", "Amigos de los dictadores cubanos y venezolanos y de ETA", fueron solo algunas de las calificaciones que recibió Podemos, a quien además, día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, vigilan, analizan, observan en detalle a fin de encontrarles algún error, o si no lo inventan, como cuando aseguraron que Pablo Iglesias había viajado en avión de primera clase, lo que resultó ser una mentira gigante como una casa que el mismo líder de Podemos, mostrando la copia de su pasaje en clase turista, se encargó de resolver.

   Porque Pablo Iglesias es de una generación que ya conoce las enormes presiones, campañas mediáticas y cadena de acusaciones que deberá soportar por parte de los nerviosos conservadores que ven venir la posibilidad de perder sus privilegios. Porque Pablo Iglesias es joven y con energía y tanto él como su equipo saben manejar las redes sociales (claves para su crecimiento) como pocos y no necesita de los poderosos canales de televisión o periódicos para llegar a la gente, porque la revolución de Podemos, a diferencia de los Indignados, tiene una base, una estructura, un programa y gente capacitada, no solo estudiantes con ganas.

   Podemos no para de crecer y, según el periódico El Mundo, "Si las elecciones fueran ahora, el nuevo partido ultraizquierdista superaría por dos puntos porcentuales al PP y por siete al PSOE"

   Creo que ni ellos mismos se imaginaban un ascenso tan vertiginoso. Ojalá pueda resistir al gigante acoso mediático. Ojalá Pablo Iglesias no tenga un accidente casual...

   Ya lo dijo el catedrático de Ciencias políticas y coautor del programa económico de la formación, Vicenç Navarro:

   "Estamos viendo, pues, el intento de destruir por todos los medios imaginables un movimiento que se considera amenazante a la estructura de poder financiero, económico, y por lo tanto político y mediático, de este país"


¿Qué te pasa Europa, estás nerviosa?

Actividad de formación ciudadana organizada por La Randazzo Morón

    En la media tarde del jueves 4, La Randazzo Morón organizó la charla de formación en Políticas Públicas del Ministerio del Interior de la Nación, titulada “Confección de Proyectos y políticas públicas”. La disertación se realizó en la Sociedad de Fomento del barrio San Francisco, y estuvo a cargo de la lic. Patricia Rodrigo.
 
   Estuvieron presentes, además de las autoridades de la mencionada institución barrial, vecinos de la zona, así como también integrantes de Kolina Morón.


   La actividad se destacó por una sencilla pedagogía de la responsable de llevarla adelante, a la hora de explicar desde el llano las cuestiones inherentes a la confección de proyectos y políticas públicas,  así como brindar un pantallazo general de los diversos modelos socioeconómicos que imperaron en el último siglo en nuestro país y, en mayor o menor medida también a escala planetaria. Como saldo positivo, se destaca el intercambio de opiniones y la participación de los concurrentes que se logró a lo largo de la jornada.



 

Crónicas del Mal. El nuevo libro de Alberto Ramponelli

Por Daniel Chaves  

 Sin preámbulos de pulcritud de estilo y “objetividad periodística”. Así se presenta esta reseña de la fantástica presentación del libro “Crónicas del Mal”, de Alberto Ramponelli. Esta actividad tuvo lugar en la biblioteca municipal Domingo F. Sarmiento, de Morón, y contó con excelentes presentadores, entre los cuales figuran Luis Lhones, el escritor y editor José María Marcos, Gloria Arcuschin, y uno de los hijos del autor, Javier. A ellos se le añadieron las siempre suculentas apreciaciones del autor, una asistencia

que desbordó literalmente los límites del salón de lectura de la biblioteca. Y posteriormente música, intervalos para conversar entre los concurrentes, lectura de partes seleccionadas del libro en cuestión, y el mejor ambiente literario-cultural acorde a lo que se presentaba y a la importancia del autor, el querido “profe” de centenares de alumnos que, como es el caso de quien escribe estas líneas, han transitado por sus talleres literarios de zona oeste.
   El autor de  “Apuntes para una biografía”, “Viene con la noche”, “Una costumbre de Oceanía” “Desde el lado de allá”, “Esperando a los tártaros”, “El último fuego”, así como de la obra de teatro “Laberintos (no te pierdas)”, entre otras piezas, brindó una especie de entrevista en vivo en la cual reconoció que la tarea de investigación tan detallada sobre hechos policiales “despierta muchas preguntas sobre el mal”
   Durante la presentación, Gloria Arcuschin calificó de “precisión de entomólogo” a la narrativa filosa del autor para desarrollar la trama de sus relatos, y los intersticios por los que transitan sus personajes.
   Ramponelli añadió que se trata de un libro que lleva varios años de maduración, habiendo contado con colaboradores –como es el caso del escritor Walter Iannelli- a la hora de efectuar las investigaciones de casos policiales de cierta antigüedad (abordan historias acaecidas aproximadamente entre 1914 y finales de los ´50). También destacó que no estuvo en su pretensión realizar una mera reconstrucción de los hechos investigados al uso de “ese realismo pavote que vino prevaleciendo de la mano de escritores mediocres, desde los ´80 y hasta no hace muchos años”, sino arriesgar planteos “conjeturales, incomprobables” que multipliquen las “preguntas ya sin respuesta” en las páginas de estas Crónicas del Mal.
   El prolífero escritor y reconocido docente de talleres literarios en zona oeste, propició un enriquecedor ida y vuelta con los concurrentes, quienes pudieron interpelar al autor sobre los fundamentos de su obra, sus oscuridades, las motivaciones acaso ocultas para darle rienda suelta a un trabajo literario de relatos que devuelven al presente algunos crímenes aberrantes del ayer.
   En este marco, no ocultó que “el rol más inquietante para trabajar, es el del victimario” si bien “de algún modo uno es todos y cada uno de sus personajes”.
   Recomendamos esta exquisita pieza literaria, de este destacado escritor del conurbano oeste, que conjuga en su persona el prestigio de quien ejerce con maestría el arte de la escritura de ficción, con la calidez del buen tipo, del ser humano indispensable en el controversial mundo en que vivimos.

   No se lo pierda, desde Huellas Suburbanas, garantizamos excelentes momentos de lectura con estas “Crónicas del Mal”. 

El Himno de Obligado

Gentileza José Luis Muñoz Azpiri (h)



   Cuando sonó el primer cañonazo enemigo, Mansilla bajó el brazo derecho y cerró de un golpe el catalejo. Todo estaba consumado. El crimen era un hecho. La cuarta guerra exterior del país comenzaba. El héroe alzó el brazo de nuevo, dio la señal convenida y el Himno Nacional Argentino estalló en la barranca. La primera bala francesa dio en el corazón de la patria.
   La segunda bala francesa cayó sobre el Himno. El canto nacía indeciso en el fondo de las trincheras excavadas entre los talas, trepaba resuelto por los merlones de tierra, se deslizaba ágil por las explanadas de las baterías, corría animoso por los claros de grama esmaltados de verbenas, se animaba con furia animal en el monte de espinillos, y ascendía estentóreo y salvaje, en el aire de oro de la mañana de estío. Allí, hecho viento, transformado en ráfaga heroica, ganaba la pampa, el mar, la selva, el desierto, la estepa y la cordillera y uniendo de un extremo al otro del país la voz de júbilo con la de protesta, la de la imprecación con la del entusiasmo cívico, creaba un clamor de alegría y borrasca, incomparable y único.
   La voz clara y sonora de Mansilla acaudillaba los ritmos heroicos. El eco pasaba de una garganta a la otra; partía de los pechos de acero que amurallaban la patria y se confundía y entrechocaba sobre los muros de las baterías. Las notas prorrumpían de los bronces y tambores majestuosamente, con corrección inigualable, como en un día de parada. La banda del Batallón 1º de Patricios de Buenos Aires, que ejecutaba el himno al frente del regimiento inmortal, solo encontraba extraño en esta formación de tropas que, en vez de ser un jefe, fuese la Muerte quien pasara revista. Lo demás era lo acostumbrado desde los tiempos de Saavedra y la trenza con cintas. La hueste asistía impecable a la inspección, en tanto la metralla francesa e inglesa llovía sobre las filas sonoras y abría claros en la música y el verso.
   Los huecos se cubrían con premura y renacía la estrofa, redoblada y heroica. Cada voz sustituta centuplicaba la fuerza del canto. La oda se había constituido en una marejada incontenible de estruendo y de furia.
Toda la barranca ardía en delirio con las voces. Cantaban los artilleros, los infantes, los marineros, los jinetes, los jefes, los oficiales y los soldados, los veteranos de cien encuentros y los novicios que por primera vez, olían la sangre y la muerte. La misma tierra quería hendirse para cantar. Parecía pedir la voz de todos los pájaros para acompañar en el canto a quienes la amparaban hasta morir abrazados sobre ella, crucificados sobre su amor, dándole a beber generosamente de su propia sangre. 
Cantaban allí los camaradas de aquellos que custodiaba en su seno, y que murieron defendiendo su pureza criolla en los campos, sobre los ríos y las montañas, en los páramos frígidos y a la sombra de los montes de naranjos donde dormían cálidamente, bajo la lluvia votiva del azahar.
   Los viejos patricios de Buenos Aires, los capitanes que cruzaron la cordillera con el Intendente de Cuyo y libertaron los países que se recuestan sobre un mar donde se pone el sol, los oficiales que habían combatido contra el Imperio del Brasil, destrozando a lanzazos los cuadros terribles de la infantería mercenaria austríaca, los marineros de camiseta rayada, cubiertos de cicatrices, que habían cañoneado y abordado naves temibles al mando del Almirante, en el río y en el mar, luchando en proporción de uno a veinte con la mecha o el sable en el puño, todos los que habían hecho la patria y no deseaban vida que no se dedicase a sostenerla, se hallaban allí y cantaban religiosamente, con la mirada arrasada y el corazón desbordante de ternura por los recuerdos, la canción que hablaba de cadenas rotas, de un país que se conturba por gritos de venganza, de guerra y furor, de fieras que quieren devorar pueblos limpios, de pechos decididos que oponen fuerte muro a tigres sedientos de sangre, de hijos que renovaban luchando el antiguo esplendor de la patria y de un consenso de la libertad que decía al pueblo argentino : ¡Salud! La canción era seguida por juramentos de morir con gloria y el deseo que fueran eternos los laureles conseguidos.
   Jamás resonó canción como aquella. Los que habían conseguido los laureles pedían frente a la muerte que fueran eternos, los que vivían coronados por la gloria adquirida luchando con el fusil, el sable o el cañón, a pie, a caballo o sobre el puente de una nave, en defensa de su Nación, juraban morir gloriosamente si la vida debía comprarse al precio del decoro y el valor.
   Los proyectiles franceses e ingleses caían ahora sobre la protesta, el desafío o la muerte, el orgullo y la voluntad. La voz, engrosada y magnificada por el eco, había recorrido de una frontera a otra de la tierra invadida, y retornaba al lugar de su nacimiento para recobrar vigor y lanzarse esta vez hacia el frente, en procura de los agresores. Descendía presurosa por la barranca, corría sobre la playa de arena, alcazaba la orilla del río, volaba sobre el espejo del agua y se lanzaba al abordaje sobre los invasores, repitiendo un asalto sorpresivo y desenfrenado. Trepaba por las cuadernas de las quillas, se encaramaba por las bordas, hacía esfuerzos desesperados por amordazar los cañones de 80 milímetros, de 64, de 32, las cien bocas que vomitaban fuego sobre las baterías de menor alcance, lograba poner el pie en las cubiertas, brincaba a los puentes donde se hallaban, condecorados y magníficos, Tréhouart, el capitán de la Real Marina Francesa y el Honorable Hothan, de la armada de Su Majestad, con uniformes de gala, cubiertos de entorchados, dirigiendo con el catalejo el bombardeo implacable e impune; ascendía por los obenques a las gavias y las cofas y giraba sobre las arboladuras lanzando un grito recio y retumbante. Luego descendía sobre el río y soplaba en el mar, y a través de las olas, cabalgando sobre el agua y la espuma, pisaba la tierra desde donde las naves habían partido y se retorcía en remolinos briosos y épicos en busca de oídos para requerir, demostrar, probar, retar y herir.
   La canción aludía a los derechos sagrados del hombre y el ciudadano, a los principios de igualdad política y social, al respeto por la propiedad ajena, a la soberanía de la Nación, a la obligación de cada ciudadano de respetar la ley, a la libre expresión de la voluntad popular, al respeto de las opiniones y creencias ajenas, a la abolición de los obstáculos que impiden la libertad y la igualdad de los derechos. La voz hablaba de la injusticia de la metralla, y ésta, tal como si hubiera interpretado la protesta del canto, hería ahora el seno de la voz, en acto obstinado, buscando rabiosamente el corazón de la canción.
   Los defensores eran ya los árbitros de la batalla. El enemigo había entendido la voz y comprendía que el triunfo pertenecía, por derecho propio, al atacado, cualquiera fuera el desenlace de la acción. Ya no significaba nada vencer en el encuentro y cobrar el botín de la conquista para conducirlo a la tierra donde estallarían aclamaciones y vítores junto a los arcos de triunfo. El adversario cantaba estoico frente a la muerte; cantaba vivamente, alegremente, enhiesto e impasible, sin responder al fuego, como queriendo demostrar que era más importante terminar con aquel canto, antes que defender la vida y resguardar la defensa del paso. Los cañones de 80 golpeaban el vacío, asesinaban la nada; las granadas explosivas no acallaban la música ni podían matar la poesía. La lucha era imposible: ¡Si al menos los defensores hubieran dejado de cantar!...
   Cuando la voz dejó de escucharse hasta en su último eco, Mansilla recogió de nuevo el catalejo, tomó la espada, y alzando el brazo nuevamente, dio orden de iniciar el fuego contra las naves. La barranca ardió en llamas y comenzó el cañoneo que se sostendría por espacio de ocho horas…Pero la hazaña principal estaba cumplida, con el Himno entonado frente al adversario y que escucharían después los siglos. La música de los cañones sólo componía el acompañamiento de este canto. El héroe había legado a la patria su tesoro más puro de heroísmo, de exaltación emocional y de pasión patriótica: el Himno ganaba de paso, igualmente, la batalla de la Vuelta de Obligado.