lunes, 6 de febrero de 2017

Monumento Histórico Nacional: Chacra Los Tapiales

La Chacra Los Tapiales fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año 1942 por decreto 12411. En el año 1963 por Ley 17422 el predio pasa a tener condición de “tierra pública” y por ello se dispuso la expropiación para ser destinada a la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires.

Orígenes: Este casco de estancia tiene una historia muy particular, además de estar en el corazón mismo de las tierras del mayor Mercado Frutihortícola del país: uno de sus dueños, Martín Altolaguirre fue uno de los primeros ingenieros agrónomos que trabajó en una empresa dedicada a la agricultura.

En 1808 Altolaguirre vendió Los Tapiales a Don Francisco Hermógenes Ramos Mexía, quien acababa de regresar junto a su cónyuge, María Antonia de Segurola, del Alto Perú. De acuerdo a lo que informa la Asociación Amigos de Los Tapiales, Ramos Mexía luego adquirió la estancia Miraflores, en Monsalvo (hoy Maipú, Buenos Aires), que constaba de 160.000 hectáreas, y fue el único estanciero que le compró tierra a los aborígenes, a los que les permitió seguir viviendo en sus tolderías.

Siguiendo esta línea de pretendida integración con los aborígenes bonaerenses, en 1820 firmó el Tratado de Miraflores con el gobierno de Martín Rodríguez: Un tratado de paz y amistad entre los indígenas y criollos.

Muerto Francisco Ramos Mexía, sus hijos y yernos se plegaron a la revolución de los Libres del Sur y luego continuaron en el ejército del General Lavalle.

Durante el período gubernamental del Brigadier Gral. Juan Manuel de Rosas, las citadas estancias fueron confiscadas, y retornaron a la familia posteriormente a 1852.

Durante la consolidación del “patriciado” oligárquico-ganadero, los Tapiales tuvieron décadas de esplendor, de la mano de Isaías de Elía, yerno de “pancho” Ramos Mexía, quien se volcó a la cría de caballos pura sangre y vacunos Shorthorn.

Dicha actividad continuó de la mano de su nieto, Agustín Isaías de Elía, quien luego fuera intendente de La Matanza. Este último amplió la casa y le dio el aspecto, tamaño y configuración que la casona conserva actualmente.

La extensión de la Chacra Los Tapiales, de 6000 hectáreas, limitaba al sur con el río Matanzas, al norte con el Palomar, al este con las Chacras de Miserere y al oeste con la Tierra Realenga. La siembra de trigo y maíz eran sus principales utilidades, destinadas al abastecimiento de Buenos Aires.

Actualmente es un museo histórico nacional inserto dentro del Mercado Central de Buenos Aires. Desde la creación del mismo tuvo diversos destinos: desde petit hotel, sede de una productora cinematográfica (allí se rodó buena parte del film “Camila”), restaurante y también museo con visitas guiadas. En la actualidad se encuentra cerrado al público general y su cuidador, el Sr. Julio, nos obsequió un recorrido y narró los esfuerzos a pura voluntad y sin presupuesto que realiza día a día para renovar el follaje, proteger o sustituir según sea el caso a la arboleda añosa del predio, la manutención y recuperación del interior de la casona –deteriorada por años de abandono- y su esperanza de que mucho más pronto que tarde, la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires decida su reapertura como verdadero reservorio de un pedazo de nuestra historia nacional, para beneficio de toda la comunidad.

Mientras tanto, don Julio siembra, prepara la tierra, desmaleza, restaura muebles y artefactos, en digna soledad y sin perder el entusiasmo de que tamaño esfuerzo será recompensado con la reapertura del Museo Los Tapiales. Y que se privilegie la Memoria por sobre la plusvalía o el margen de “ganancia” que pueda, o no, brindar el hecho de recuperar un museo histórico pensado de puertas abiertas.


Que así sea. 




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