jueves, 9 de marzo de 2017

UN NUEVO CAMINO

  Por:  Luis  Furio 

   En el curso de estos últimos treinta años el Movimiento Nacional Justicialista ha enfrentado tremendas luchas internas de tal magnitud que han planteado la imperiosa necesidad de un exhaustivo análisis con el objetivo de encontrar el camino de la unidad elemento central para el futuro del movimiento.  

   El lastre de años de controversias, vicisitudes y contradicciones sumadas al lógico desconcierto de las bases impone una tarea cíclica, un desafío para recomponer su estructura. Es indudable que, parafraseando a un clásico revolucionario social, estamos en “Los tiempos en que hay que repensar todo nuevamente”; esto requiere de un análisis racional lejos del fanatismo verbal que disgrega y entorpece.  

  Se impone entonces la búsqueda de un nuevo cauce, un nuevo camino. A veces vacilante, a veces torpe y debilitado con sus marchas y contramarchas, sus errores, sus torpezas y algunos impresentables que han sufrido transformaciones que los hace irreconocibles, o han crecido o des-crecido en el poder. Lo cual los hace pasar de la ofensiva a la defensiva como en un pase de manos. Es lo que tenemos, es lo que la historia ha podido dar.

  Es sabido que la política no es una especulación sino una realidad dotada de su propia lógica  y la lógica nos obliga a decisiones que nos permita encontrar el camino correcto. En principio alejarnos del “internismo” que conlleva a la improvisación casi permanente sin planes concretos para el presente. Internismo que confunde y desvía el objetivo del verdadero enemigo: Mauricio Macri y su banda de mafiosos que enajenaron el país, que abruma con sus D.N.U., con sus despidos, su ausencia de diálogo, indefensos ante un Estado que no escucha, provisto de un aparato mediático-ideológico, estamos sin más ante un “totalitarismo” de nuevo signo que lo quiere todo. No confundir… Macri es el enemigo público número  uno de nuestro pueblo.


   Un nuevo y esperanzado camino de unidad nos brindaría la enorme posibilidad de encontrarnos con nosotros mismos, la recuperación del Movimiento Nacional Justicialista, la confianza en la política como herramienta válida para el futuro, única manera de potenciar un nuevo bloque de poder. Más allá de las opiniones de politólogos debemos rescatar algo que es indiscutible:. “El peronismo a la luz de su ideal absoluto es como el viejo principio de Lavoisier; nada se crea…nada se destruye, todo se transforma”.

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