domingo, 26 de octubre de 2014

La despedida al “imprescindible de la barrera”: Martín Jakovcevic

   Se nos fue el imprescindible de la barrera. Y rápidamente se le rindió un emotivo homenaje en su trinchera de Independencia y las vías, en la estación Morón.

   Martín Jakovcevic, un digno militante comunista que jamás se dejó tentar por las mieles del Poder, construyó una línea de resistencia a la marea del mundo de mercado que nos impregna y ahoga en su interminable oferta de tentaciones, llevándonos no pocas veces a concretar nuestra condición de ciudadanos sólo en función de nuestra capacidad de consumo.

   Fomentó y contribuyó decididamente a la creación y consolidación del vivero que a partir del sábado 25 de octubre lleva su nombre. Transformado en cooperativa, aportó trabajo a decenas de vecinos con este emprendimiento, amén de un embellecimiento inédito al costado de las vías del ferrocarril Sarmiento, convirtiendo en un vergel lo que antes era un depósito espontáneo de basura, escombros y roedores, como en tantas otras esquinas de las mismas características.

   Supo resistir intentos de desalojo por parte de autoridades municipales y hasta de Gendarmería Nacional.

   Sólo una grave enfermedad pudo con Martín, pero queda la huella del compañero fraterno, solidario de todas las causas nobles, siempre bien dispuesto a ofrecer un mate y una charla amena en “su” vivero, siempre acompañado de trabajadores ferroviarios, que fue su otra gran pasión.

  Un héroe anónimo, sin el brillo de las cámaras fotográficas, pero con el reconocimiento y el cariño de sus semejantes: el pueblo trabajador, los “de abajo”, esos que algún día deberemos librar una lucha final por la transformación social del conjunto de la humanidad. Algún día será.

   El ejemplo ético y militante de Martín Jakovcevic seguirá ofreciendo su llamita de referencia para quienes transitamos las calles de Morón.

   Y como supo escribir Cervantes, desde la imaginaria pluma de Sansón Carrasco, dedicado al Quijote (y nosotros añadimos, a todos los héroes populares anónimos, a Nuestros héroes reales):

Yace aquí el hidalgo fuerte,
De valiente que se advierte,
Que a tanto extremo llegó
Que la muerte no triunfó
De su vida con su muerte.


Hasta siempre, Camarada Jakovcevic



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