miércoles, 1 de abril de 2015

EL LEGADO DE CRISTINA

Por Guillermo Bustos
Militante de Patria y Pueblo
Socialistas de Izquierda Nacional

Aquí no es intención discutir todo su legado, sino un aspecto del mismo, que es el que más preocupa a la reacción y la oligarquía, aspecto bien enunciado durante la apertura del Congreso el 1ª de Marzo: “no dejo un país cómodo”. Su expresión militante más acabada e indiscutible, fue la concurrencia de unas 300.000 personas, que venían a escuchar el último discurso público de su Presidenta.
Entre las conquistas y derechos otorgados, existe una proporción, no siempre cuantificable, con la masa movilizada. Se podrá explicar una y mil veces en la necedad y la seudo ciencia, que esas conquistas no existen o son sólo “prebendas de demagogia barata para engañar a las masas”, pero que la masa existe, es innegable y es la energía indispensable,  de la Liberación Nacional y La Revolución Social. En términos marxistas, la cantidad de una clase y un pueblo que se quiere liberar y cambiar el orden establecido indispensable, para la cualidad revolucionaria. Esto es lo que más temen tanto la reacción nativa como el Imperialismo y por eso, durante una semana, estuvieron discutiendo, en caso de ganar las elecciones, acerca de cómo podrían desarmar este legado de Cristina. Y no de casualidad, Mauricio Macri y Sergio Massa, los dos principales opositores, estuvieron explicando que no quitarían los planes sociales y otras conquistas y derechos, pero sí explicaron que devaluarían para borrar toda conquista nacional, con una simple medida económica.
Para ampliar la masa, hay que poder desde este momento ampliar los derechos y conquistas, así la energía acumulada no se pierde, aumenta y podría darle al próximo candidato del Frente Para la Victoria posibilidades de ganar en primera vuelta, pero esto tiene que ser acompañado con una amplia movilización y militancia, propagandizando ante cada derecho, manifestando por cada conquista en los barrios y lugares de trabajo.
Un triunfo de los sectores más reaccionarios de la política, es la asunción de todos los sectores que incluyen a mega-explotadores, financistas, especuladores y cipayos de la sociedad, que darán apoyo con argumentos rayanos y hasta racistas, para avalar cada injusticia social.
Es aquí, donde esa “incomodidad” que representa para estos sectores la gran masa del pueblo, tendrá que militar el doble, movilizarse con dirigentes probados en las luchas por la emancipación del pueblo y con organizaciones que expresen con claridad las intenciones de los más necesitados y tengan un proyecto de país sin ataduras a los centros financieros imperiales.
Por lo contrario, un triunfo de la reacción y el imperialismo, abre una etapa histórica entre un país incómodo, a un país “cómodo” para éstos sinvergüenzas.
Quitando los derechos y conquistas de manera gradual o total, la masa de liberación empezará a decaer, es decir: pensar que esta masa movilizada pueda existir permitiendo el quite de toda conquista, es caer en probabilidades lejanas y aun así, tendríamos que empezar todo de nuevo, con compañeros y buenas ideas perdidos en el camino, muchos más que si nos organizamos pronto en la más amplia organización política y social posible, y decidir defender lo conquistado desde el vamos.
Por eso, debemos proponer desde éste pequeño espacio, que se recompongan los enlaces políticos y sociales, sin sectarismos y discutir lo que es indispensable: la ampliación de derechos, de bienestar para el pueblo y la clase trabajadora ya que las dos funcionarían, en los dos escenarios posibles, como conservación y concreción del legado del Kirchnerismo.




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