viernes, 5 de agosto de 2016

LOS MURALES DE MILAGRO - declaración de la Red de Comunicadores del Mercosur

  Muchas compañeras y compañeros, comunicadores y militantes reconocen, teóricamente, la relación entre la política y la comunicación. Parece que ya no es necesario volver a debatir aquello de que información es una cosa y la comunicación otra y que por lo tanto hablar de esta última, en términos de organización, no es hacer referencia al área de prensa de la misma.

 Sin embargo estas conceptualizaciones están enmarcadas en un contexto y como consecuencia de esto, podemos afirmar que luego de la derrota electoral de diciembre pasado, ha cambiado la correlación de fuerzas y en consecuencia, la relación entre la política y la comunicación.

  Hay otro escenario en el país y es prudente que reconozcamos esto lo más pronto posible. Por lo tanto las preguntas, los análisis y las estrategias tienen que modificarse en función a la nueva realidad que vivimos. No podemos seguir haciendo política y comunicación como si nada hubiese pasado.

  Por ello hay que preguntarse, entonces, ¿cuál es el rol de la comunicación en esta etapa? Y si convenimos que hay una profunda dispersión en el campo nacional y popular a nivel de sus estructuras políticas y sociales, el segundo interrogante, sería: ¿cómo puede ayudar la comunicación a transitar un proceso diferente, a encontrar nuevos caminos y formas de trabajo?

  Antes que nada, los propios comunicadores y medios deberemos interrogarnos sobre cómo hemos venido haciendo comunicación/información. ¿Por qué a veces les pedimos a las dirigencias políticas y sociales, autocríticas que nosotros tampoco hemos abordado, más allá de recitar la no asignación de frecuencias y el debate sobre sustentabilidad/sostenibilidad?

  A veces, da la sensación de que no se puede salir de esos dos nudos a los que por supuesto se le suma, ahora, los nuevos 21 puntos de la Coalición y todo lo que alrededor de ellos se disputa.

  A cada forma de hacer política le corresponde una forma comunicacional. Hay una relación de ida y vuelta, cuestión inherente al propio ser humano para cualquier actividad que realice, individual o colectivamente. Es decir, no resultaría adecuado seguir repitiendo lo de definir “la política” y después se la pasamos a un comunicador para que la implemente. Los dirigentes deben analizar las cuestiones comunicacionales como parte de su discusión interna.

  Coyunturalmente estamos en un momento en que la comunicación tiene que apuntalar, facilitar  y fortalecer el mundo de lo político: convocando, alentando encuentros, sosteniendo redes, capacitando cuadros y militantes. Es decir: ¿Qué es lo que necesita el movimiento popular de la comunicación en esta etapa?

  Vayamos a un ejemplo y para ello tomemos un dato incontrastable: la detención de Milagro Sala.

  Se han armado Comités por su libertad en todo el país, se han realizado conferencias de prensa, acciones en Jujuy, apoyos de distintas personalidades y un sinnúmero de actividades.

  Veamos ahora las herramientas comunicacionales, algunas de ellas, por lo menos, que se conocen de varios lugares de la Argentina: realización de un mural, cuentas de whatsapp (donde hacemos catarsis diarias ante cada hecho que se produce), la difusión vía redes sociales múltiples y algunas marchas, entre otras.

  Para poder analizar adecuadamente esto, podemos utilizar una expresión, en un contexto con características diferentes, pero con una misma herramienta comunicacional: las paredes de la Dictadura que decían “Luche y vuelve”.

  Entre otras observaciones sobre esto último, podemos mencionar algunos elementos: era clara la acción y el objetivo. Sin nombrarlo (porque estaba prohibido) todos sabían de quien se trataba y esas pintadas hacían automáticamente referencia a estructuras sindicales, partidarias y de organizaciones juveniles  en la clandestinidad, entre otras. El pueblo y sus expresiones representativas de resistencia conocían lo hecho por Perón, sus obras, discursos, y enemigos.

  ¿Hoy, el pueblo trabajador, en las barriadas del conurbano, en las fábricas, en los sectores pobres y de laburantes  de las grandes ciudades de la Argentina, sabe quién es Milagro Sala, sus acciones, sus realizaciones concretas, la realidad histórica/de clase/económica de Jujuy? No es disparatado afirmar que los/as que hacen referencia a ella, generalmente, vía los medios masivos, tienen una opinión negativa sobre su persona, sin haber ido jamás a Jujuy, o interés por hablar con alguien que si lo hizo, de informarse.

  La pregunta que surge de esto es: ¿estamos utilizando las herramientas comunicacionales adecuadas para la disputa real por la libertad de Milagro?

  Si los sectores populares no tienen información adecuada para evaluar, reconocer y defender a una de los suyos, ¿qué estamos haciendo a nivel comunicacional, entonces? La batalla por su libertad la libramos, básicamente, en los sectores de clase media y en muchos casos, apostando a que los grandes medios nos cubran una conferencia de prensa pidiendo por su libertad o denunciando sus condiciones de detención.

  No se puede defender y luchar por lo que no se conoce. Parecería que las herramientas comunicacionales que estamos utilizando son insuficientes, y de impacto relativo y siguiendo la línea de análisis, que nuestra manera política de abordar el tema, tiene déficits, carencias y metodologías equivocadas, o por lo menos, limitadas.

  Y este bosquejo de autocrítica, estamos seguros, podría aplicarse a la lucha de los compañeros/as en Paraguay, Brasil, Venezuela, a lo largo de nuestra América Latina.

  Este es nuestro aporte al debate, a la comunicación y la política en la etapa.


                        RED DE COMUNICADORES DEL MERCOSUR




0 comentarios:

Publicar un comentario