Sin Mordaza

Por Jorge Rachid (28-07-2016)

ASI COMO NO SE REALIZA EL HOMBRE, EN UNA COMUNIDAD QUE NO SE REALIZA, SÓLO LA PATRIA GRANDE NOS DARÁ UN DESTINO COMÚN
J.R.

   Doscientos años después de la liberación de las cadenas coloniales, tres hombres terminaron de escribir un destino de Patria Grande, Lula, Chávez y Néstor, consolidaron la formulación del UNASUR desde el No al ALCA, en el 2005, frente a la prepotencia del imperio y en la misma cara del entonces presidente de EEUU, Bush.

   Homenajeamos a Hugo Chávez Frías, en su aniversario, en él a la vocación latinoamericana de unidad continental, cimentada en su Revolución Bolivariana y su proyección sobre Sudamérica y Centroamérica con la constitución de la CELAC, ambos emprendimientos que explican hoy la réplica del Imperio, sobre las democracias populares y sus intentos destituyentes.

   Poner a Venezuela, Brasil y Argentina en el calendario internacional, que permitió los procesos populares, revolucionarios de Bolivia y Ecuador, más la alianza con los gobiernos populares de Uruguay, Paraguay y Chile, consolidó un perfil de la América Latina Morocha, Profunda, Criolla, con identidad y cultura propia, afianzada en la memoria de los pueblos originarios.

   Por eso fue combatido por los imperios, desde el pensamiento eurocentrista, fue estigmatizado de populista, como lo fueron el resto de los países con democracias populares, atacado y ridiculizado por las editoriales de la cadena internacional de medios neoliberales, en manos de los factores de poder del dinero, de los fondos de inversión, del lavado, del tráfico de armas, de los señores de la guerra, del Tea Party, que cuando sus negocios espurios son limitados por estados soberanos, proceden al ataque.

Sin embargo con 14 elecciones seguidas, de las cuales perdió sólo una, la Revolución Bolivariana consolidó su perfil. Tuvo que morir Chávez, quizás asesinado como en su momento Arafat, Rabin, o tuvieron cáncer Lugo, Dilma y Lula o en nuestro país Néstor en el 2010. Cuando los enemigos ven cerrados los caminos, no dudan, como se demostró con Arafat casi 10 años después de su muerte.

   Pese a esas elecciones, controladas por organismos internacionales, siguió la prédica imperial de “dictadura bolivariana”, atacando y logrando en su momento un golpe de estado, reconocido sólo por EEUU y que duró 48hs, por la reacción del pueblo, que expulsó a los dueños del poder que habían asumido y encarcelado al Comandante Chávez. Sin embargo siguieron y siguen atacando, en su afán de destruir la memoria histórica de la Revolución Bolivariana.

   No es ajeno a lo que pasa en nuestro país, donde un gobierno surgido en la legalidad democrática, ha perdido legitimidad en su avance cruel, brutal e inhumano sobre el conjunto del pueblo argentino, intentando derrumbar la construcción de años de un modelo social y productivo, que caminaba en la senda de la soberanía y la emancipación.

   Por eso recordamos a Hugo Chávez, en el Instituto Patria con su embajador, con Stella Caloni esa inmensa historiadora, periodista y revolucionaria, testimonio vivo de que el compromiso latinoamericano es vertebral a la lucha por la liberación nacional.

   Por eso uno se pregunta cómo puede ser que personajes que se llaman a sí mismos peronistas, puedan negar esta realidad y encima asumir el discurso colonial de los imperios, que desprecian y denigran los rumbos latinoamericanos, como antes lo hicieron con los pueblos originarios, con los africanos, con los asiáticos ahora. Fue Perón quien planteó el continentalismo, fue el General quien dijo No al FMI en 1950, quien además rompió el bloqueo a Cuba en 1973 al asumir. Fue Perón quien rompió la lógica de ver a Chile y Brasil como hipótesis de conflicto de las FFAA. Quienes niegan esta realidad, son sin dudas ex peronistas.

   Cuando los pueblos se repliegan, como en etapas como las actuales, no se acaba su memoria, mucho menos su conciencia de pertenecer a ese espacio común, regional, amplio que nunca debió dejar de ser Patria Grande como lo plantearon nuestros Padres Fundadores San Martín, Bolívar y Artigas. Esa memoria no la podrán vencer, ni la podrán borrar, resurgirá en cada momento, en cada movilización popular, en cada episodio revolucionario de nuestra América que será acompañado solidariamente por el conjunto de los pueblos americanos, como lo fue durante más de 50 años, la Revolución Cubana.

Fuente imágenes: Prensa Instituto Patria