lunes, 12 de diciembre de 2016

LA JP Y SU TAREA

Por: Fernando Arrieta, militante de
Juventud Peronista Morón.

El Peronismo históricamente ordenó la política por frentes de lucha, de clase, género y etarios. Existía la rama femenina, las organizaciones de trabajadores y la juventud con una importante actividad en la resistencia a fines de los años sesenta. Ya en el tercer gobierno del General Perón, el sector de juventud, toma un protagonismo importante en la discusión de los espacios de poder, dentro del movimiento justicialista, ocupando importantes cargos públicos, discutiendo conducciones a algunos dirigentes sindicales e incluso también discutiendo el modo de conducción del General. Cabe aclarar, que esta juventud peronista que tuvo una incorporación masiva de militantes a sus diferentes organizaciones poseía un importante trabajo de base y social.

Durante los años posteriores a la dictadura cívico militar, décadas del ochenta y noventa, la juventud perdió lugares dentro del movimiento que principalmente en la década neoliberal lo ocupó la rama política. A partir del 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, la juventud (principalmente de clase media) tuvo su reverdecer y empezó a ocupar lugares de participación dentro del Estado.

Ya a partir de la segunda presidencia de Cristina Fernández sectores de la juventud ocuparon un lugar central del dispositivo político, con una inclusión masiva de jóvenes de clase media universitaria desde el aparato estatal, dejando a un costado a los intendentes y  al movimiento obrero (pieza fundamental del peronismo)  En la estrategia electoral y es aquí donde se sucedieron las dos derrotas más importantes del peronismo, en 2013 y 2015, donde se pierde el bastión principal del peronismo: la Provincia de Bs As y en consecuencia la Nación.

Las consecuencias de alejarnos de los sectores que formaron originariamente nuestra base de sustentación en el poder, el movimiento obrero, las asociaciones de profesionales, las organizaciones libres del pueblo en su conjunto, fueron  fatídicas y le facilitaron a la derecha acceder por primera vez a través de las elecciones a Balcarce 50.

¿Cuál es la tarea de la JP en este escenario adverso para el movimiento?

Organizarnos para  recuperar el trabajo social en el territorio, las universidades, los clubes barriales que durante los años de la proscripción, el CONINTES y luego  durante el tercer gobierno peronista, la Juventud Peronista supo desarrollar.

Debatir internamente todo lo que sea necesario para que los escenarios del peronismo vuelvan a ser los sindicatos y las organizaciones libres del pueblo, para recuperar el apoyo y la participación activa de los más humildes, para liberar la patria e instaurar un modelo de país sustentando en las tres banderas históricas del Peronismo soberanía política, independencia económica y justicia social.

Comprender que tenemos la responsabilidad histórica, como generación, de contribuir al pueblo con todas nuestras fuerzas, para liberarnos de la opresión oligárquica e imperial que viene a reinstaurar cambiemos a través del modelo agrícola exportador y de servicios.

Ocupar los lugares donde el Peronismo nos requiera, con una vocación de servicio a la Patria y la reconstrucción del movimiento. Entendiendo que el trasvasamiento generacional no significa tirar todos los días a un viejo por la ventana, sino que debemos complementar la fuerza y la pujanza de los jóvenes con la sabiduría y experiencia de nuestros compañeros mayores.


“Tenemos una juventud maravillosa que todos los días está dando muestras inequívocas de su capacidad y su grandeza. Y tenemos una verdad que el tiempo se ha encargado de confirmar. Tenemos la oportunidad que la historia nos brinda: solo nos falta que nos empeñemos con unidad y solidaridad “JD Perón.


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