sábado, 13 de febrero de 2016

Moreno en Morón. Predicando para la Unidad.

En un gran marco, se lució el Cuadro.

Por Daniel Chaves

El Centro de Panaderos de Morón fue el escenario elegido para que unos 500 ciudadanos se acercaran a escuchar las reflexiones del otrora secretario de Comercio, Guillermo Moreno. La Agrupación Néstor Kirchner local fue la anfitriona en la citada actividad. En representación de la misma, el referente político José María Duhalde abrió la ronda de oradores, afirmando que “Nosotros ante todo somos fervientemente peronistas”, entre tanto afirmó que se debe consolidar un justicialismo de mirada “misericordiosa” y que mientras quede “una familia excluida, desde el peronismo no se puede considerar que esté la tarea concluida”.
Posteriormente llegó el turno de José Luis Casares, Secretario General CGT Zona Norte, quien como primera medida reivindicó su procedencia obrera y desde tal perspectiva se solidarizó con los trabajadores despedidos, y exigió la inmediata liberación de Milagro Sala.
Afirmó Casares que los trabajadores “ya estamos en la calle, para defendernos como lo hicimos en la dictadura, y en los años 90”. Por otra parte, enfatizó que “los trabajadores, como somos hijos de buenas madres, reconocemos el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner”. 
Luego expuso conceptos el representante de la Confederación General Económica, quien se manifestó “orgulloso de acompañar al hombre (en referencia a Guillermo Moreno) que durante la Década Ganada cuidó al empleo y la mesa de los argentinos”. Repasó la situación tanto empresarial como laboral que afrontaba el país al momento de alcanzar Néstor Kirchner la presidencia de la Nación. “En esa Década Ganada no sólo se reabrieron fábricas, sino que se crearon cientos de parques industriales, el campo logró sus cosechas récord a pesar de las críticas que le hicieron al gobierno popular” y recordó, en referencia a la eliminación de las retenciones, que “cada vez que no hubo retenciones se fundieron los productores agropecuarios en este país”. Reiteró que “trabajo y producción deben ir de la mano” y se esperanzó al afirmar que “el peronismo vuelve pronto, y no va a ceder nada de la Década Ganada”.
A su turno, Guillermo Moreno comenzó recordando que “algunos de los nuestros, votaron a los otros”, razón por la cual convocó a trabajar por la recuperación de “los votos nuestros y los de (peronistas) que los votaron a ellos”. “Nuestro trabajo será desde ahora el de conversar y convencer”.
Advirtió: “Por primera vez el peronismo empieza a ser hostigado desde sus principios básicos, que no es sino enseñarles a nuestros hijos qué está bien, y qué está mal”. Añadió su consejo “a los que no peinan canas que lean la Doctrina, por lo menos tres libros: La Comunidad Organizada, La Fuerza es el Derecho de las Bestias, y La Razón de mi vida”, al tiempo que promovió el debate franco entre militantes para enriquecer el análisis desde una perspectiva grupal.
Subrayó que “la misión del peronista es luchar contra la pobreza”, y que “la duración del peronismo es hasta que terminemos con el último pobre”. Mientras no se logre esto, indicó, “en este país nos van a tener que seguir aguantando a los peronistas”.
Con respecto a la situación del peronismo en la actualidad en relación al bloque político-económico gobernante, señaló que “por primera vez en 70 años, al peronismo ahora le vienen por su manera de pensar” y refirió a las estrategias del macrismo que utiliza conceptos peronistas para persuadir a los votantes. Citó a modo de ejemplo la propuesta de Pobreza Cero “ (Mauricio Macri) fue mucho más audaz en sus consignas que los nuestros”, marcando la posterior contradicción que emerge “ya que la primera política de fondo que aplicó (Macri) es la de aumentar los alimentos. Y sacarle la comida a las familias es la primera demostración de la brutalidad de un modelo neoliberal”.
Describió “la pobreza lastima al pueblo argentino, hasta tal punto que el actual oficialismo, oligárquico, tuvo que venir a prometer pobreza cero para conseguir la diferencia necesaria como para ganar la elección”.
En otro orden de temas, sostuvo que es incompatible una “alternancia” entre un modelo nacional y popular, y un modelo oligárquico, y alertó que “vienen para que dejemos de pensar como pensamos” y que los sectores del poder económico concentrado “buscan construir una sociedad pre-peronista. Vienen para lograr que las madres les digan a sus hijos que los que no tienen plata para comprar comida, y por lo tanto sus hijos no comen, es por culpa de ellos, y no culpa de la oligarquía”. Denunció, en la misma línea, que el proyecto que encarna Mauricio Macri “cierra si logran que la ciudadanía se desentienda del 25% de pobres que están logrando, y para ello el pueblo tiene que dejar de ser justo, es decir, justicialista”.
Con respecto al accionar del sindicalismo, remató Moreno afirmando que “el peronismo es lo que es por el Movimiento Obrero Organizado. Los sindicatos son nuestros portaaviones, y los demás somos las lanchas rápidas; las lanchas rápidas son las que evitan el desembarco de ellos sobre nosotros. Los portaaviones son para desembarcar sobre ellos. Ya se van a poner en marcha, son difíciles de caminar, pero cuando se pongan en marcha, no los para nadie”.
Reconoció que el modelo implementado desde 2003 no podrá ser aplicado en idénticos términos de aquí en más, ya que actualmente “vivimos en un mundo en guerra. Entonces el nuevo modelo nacional y popular tiene instrumentos distintos”.
Finalmente, en referencia a los “requisitos” para elegir futuro presidente del Partido Justicialista, lo resumió con elocuencia: “que el año que viene no quiera acompañar a (Mauricio) Macri a Davos”.

Culminó su exposición anticipando que desde una política frentista, se podrá “delegar en función de su voluntad, en ella (en referencia a Cristina Fernández de Kirchner) la conducción del Frente para la Victoria”. 








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