lunes, 7 de marzo de 2016

Algunas reflexiones sobre el T.P.P.

Por Roberto Coluccio
Gerente de Banco

   Para nosotros es un avance más de la mentira del “libre comercio” que el país del norte quiere imponerles a países como el nuestro. Mejor dicho a gobiernos como el actual. El Tratado, es un avance superior al ALCA, que Lula, Chávez y Néstor supieron gambetear, en Mar del Plata.

   El T.P.P. o Tratado de Asociación Transpacífico, es un acuerdo de “libre comercio” que EEUU intenta firmar con los países de América; hasta ahora fueron invitados Canadá, México, Colombia y Chile, e incluye también a Japón, Australia, Nueva Zelanda, Brunei, Vietnam, Singapur y Malasia. De acuerdo con el TPP, cuyos integrantes suman el 40% del PIB mundial, un patrón global de empresas será creado por sobre los gobiernos, mediante un sistema de tribunales, los cuales tendrán potestad para limitar, por ejemplo el acceso a los medicamentos genéricos, y permitir que empresas de cigarrillos procesen a gobiernos por reglamentaciones en el área de la salud. No son pocas las voces que se alzan en contra de este acuerdo en cada uno de los países, sobre todo en Nueva Zelanda, Australia y Chile.

   Las reglas del proceso de negociación, incluyen no informar a los ciudadanos y sus organizaciones mientras se negocia, y tampoco a los respectivos congresos. Pero permiten la participación oficial de unos 600 asesores de Estados Unidos en representación de corporaciones transnacionales. 

   Basada en esto, empresas multinacionales como Monsanto pretenden tener el control corporativo en todo el mundo de alimentos, salud y medio ambiente. Ejerciendo control sobre los recursos naturales, medios de comunicación, derechos de autor y hasta el funcionamiento de las farmacias.

   De todos, el factor preocupante es el del alimento. Si el control global fuera efectivizado, semillas que antes eran usadas por los agricultores en forma gratuita, serán comercializadas solamente por las empresas globales transnacionales, controlando el alimento, la salud de las poblaciones y el de ingreso de los agricultores. Destruyendo la agricultura familiar, en países como Perú y Chile limitando el acceso al trabajo y a la comida de importantes sectores de la población.

   Otro factor preocupante son los productos transgénicos, que también son defendidos por la multinacional Monsanto. La modificación genética más preocupante, cuya consecuencia sobre la vida humana es por lo menos, incierta, involucra insensibilidad a herbicidas a base de glifosato (productos químicos que matan malezas o plantas “dañinas”). El Roundup, es el producto más vendido de Monsanto, que contamina todo, excepto plantas genéticamente modificadas por la multinacional global. El glifosato es un asociado esencial de los organismos genéticamente modificados, que son el principal negocio de la industria de biotecnología en expansión.

   Resumiendo entonces, se trata de NEGOCIOS, NEGOCIOS, Y MAS NEGOCIOS para las multinacionales que pretenden gobernar en todos los países. ¿Un nuevo intento de profundización del capitalismo salvaje?

Fuentes consultadas:



1 comentario:

  1. Muy claro. Veo aceptable que Monsanto cobre sus semillas y royalties, pero que no impida ni quiera cobrar derechos por la semilla producto de tu propia cosecha.

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